
El empresario y promotor cubano Boris Arencibia, de 52 años, fue condenado a casi cinco años de prisión por su participación en un esquema de venta de medicamentos desviados y mal etiquetados, que incluían fármacos utilizados para tratar enfermedades graves como el VIH y el cáncer.
La investigación, llevada a cabo por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Florida, reveló una red que movió más de 28 millones de dólares en medicamentos, poniendo en grave peligro la salud de pacientes en todo Estados Unidos.
Junto a Arencibia, José Armando Rivera García, de 45 años, fue igualmente sentenciado a la misma pena. Ambos formaron parte de una conspiración que compraba medicamentos recetados de manera ilegal.
Estos fármacos provenían de pacientes que vendían sus recetas o de personas que adquirían recetas mediante fraude. Posteriormente, los medicamentos eran almacenados inapropiadamente, lo que comprometía su efectividad y aumentaba los riesgos para la salud de quienes los consumían.
La red de fraude operaba mediante la compra de productos de manera ilegal, los cuales eran almacenados sin las condiciones adecuadas. Luego, los acusados los envasaban nuevamente y falsificaban los documentos que indicaban que los fármacos provenían de fuentes legítimas, como fabricantes o mayoristas autorizados.
Estos medicamentos, algunos de los cuales contenían productos incorrectos como vitaminas o pastillas equivocadas, eran enviados a farmacias de todo el país, donde fueron adquiridos por pacientes desprevenidos. Según la fiscalía federal, el impacto de este fraude comprometió gravemente la seguridad de los pacientes al introducir medicamentos adulterados en el mercado.
Este caso de fraude farmacéutico no es el único que ha puesto a Boris Arencibia en el centro de la controversia. El empresario, arrestado en enero del año pasado, también tiene una notable vinculación con el régimen cubano, siendo organizador de eventos como el Santa María Music Fest, realizado en los hoteles del régimen cubano en la cayería norte de la Isla.
Este evento promovió el turismo hacia los establecimientos del conglomerado Gaviota, vinculado estrechamente con los militares cubanos.
Arencibia, además, ha estado involucrado en incidentes violentos en Miami, incluido un altercado en un bar en el que es señalado como el agresor de un influencer y su esposa. Estas peleas reflejan una faceta conflictiva del promotor cultural que ha estado lejos de la paz social.
Arencibia y Rivera García se declararon culpables de conspiración para cometer lavado de dinero, utilizando transacciones financieras para ocultar el origen y la propiedad de las ganancias obtenidas de la venta de los medicamentos mal etiquetados. En 2025, ambos fueron nuevamente acusados de operar una empresa farmacéutica mayorista que continuaba vendiendo medicamentos desviados utilizando documentación falsificada.
La investigación sobre este esquema de fraude comenzó en 2019, y desde entonces, más de 20 personas han sido acusadas. Casi todos los involucrados, excepto uno, han recibido sentencias que varían entre los 30 meses y los 14 años de prisión.
Boris Arencibia nació en Pinar del Río el 7 de septiembre de 1973. Comenzó su carrera como judoca, destacándose como campeón nacional en Cuba en siete ocasiones. Sin embargo, en 1993, abandonó la delegación cubana durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Juan, Puerto Rico, lo que marcó su salida del país.
Tras su llegada a Estados Unidos, continuó en el judo, obteniendo el campeonato nacional en la categoría de 60 kilogramos en 1994. No obstante, pronto dejó el deporte para adentrarse en el mundo del entretenimiento, donde experimentó un ascenso en su carrera, aunque no exento de controversias y problemas legales.