
La cotización del dólar y el euro en el mercado informal cubano registra una caída marcada desde los días posteriores al huracán Melissa, sin cambios macroeconómicos que la expliquen. El descenso se observa entre el 26 de octubre y el 1 de noviembre, con ajustes de 30 CUP para el dólar y 15 CUP para el euro. La tendencia sorprende en un entorno donde no hay señales de recuperación económica.
El 26 de octubre, el dólar llegó a 490 CUP y se anticipaba que superaría los 500 CUP, como ya había ocurrido con el euro, que ese día se ubicó en 540 CUP. Sin embargo, el 1 de noviembre las tasas bajaron a 460 CUP por dólar y 525 CUP por euro. El cambio ocurrió en apenas seis días.
Economistas coinciden en que, aunque se trata de un mercado especulativo, la ley de oferta y demanda influye en la formación de precios. No hay tipos oficiales involucrados ni mecanismos transparentes. La referencia surge de publicaciones en redes y sitios donde particulares ofertan o demandan divisas.
La debilidad estructural de la economía no se ha revertido en la última semana. No hay elementos que sostengan una apreciación del peso cubano. La caída, por tanto, no responde a mejoras productivas ni fiscales.
El impacto de Melissa se concentró en cinco provincias del oriente. Ese contexto pudo frenar operaciones de compra y venta en varias localidades. Aun así, por la magnitud del ajuste, se esperaría estabilidad o variaciones menores, no un giro abrupto.
La Habana concentra el mayor volumen de transacciones. Allí no hubo afectaciones directas del huracán. Por eso, la corrección a la baja luce aún más atípica respecto de los patrones recientes del mercado informal.
Tras el meteoro, se prevé un flujo adicional de divisas hacia las familias damnificadas. Parientes y amigos en el exterior suelen enviar más remesas en ventanas cortas de tiempo después de eventos de esta naturaleza. Ese impulso podría traducirse en una oferta mayor a la habitual.
También se organizan grupos de ayuda para donaciones directas. Si el volumen de dólares y euros en circulación aumenta, los precios tenderían a bajar por sobreoferta. Ese mecanismo encaja con la corrección observada.
Es difícil precisar si el proceso ya está en curso. En un mercado sin estadísticas oficiales, los movimientos se adelantan por expectativas. Los oferentes podrían estar descontando la entrada de divisas y publicando clasificados a precios inferiores.
La sensibilidad del mercado a señales informales acelera los ajustes. Un cambio en los anuncios de compra o venta se replica rápido, sin validación institucional. La referencia se mueve por capturas de pantalla, comentarios y listados de terceros.
En este escenario, la volatilidad es alta. La misma dinámica que empujó al alza a las monedas en octubre favorece ahora una fase de corrección. La ausencia de fundamentos macroeconómicos claros mantiene la incertidumbre.
Comparación del precio del dólar en una semana
| Valor en USD | Cotización 26 de octubre (CUP) | Cotización 1 de noviembre (CUP) | Pérdida (CUP) |
|---|---|---|---|
| 50 | 24,500 | 23,000 | 1,500 |
| 100 | 49,000 | 46,000 | 3,000 |
| 200 | 98,000 | 92,000 | 6,000 |
| 300 | 147,000 | 138,000 | 9,000 |
| 500 | 245,000 | 230,000 | 15,000 |
| 1,000 | 490,000 | 460,000 | 30,000 |
| 3,000 | 1,470,000 | 1,380,000 | 90,000 |