CE atrapa a migrante cubano en plena cita con USCIS: su deportación estaba firmada desde 2012
Un migrante cubano fue arrestado esta semana por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Orlando, Florida, luego de presentarse en una oficina del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) para realizar un trámite migratorio. En la operación también participó la Patrulla de Carretera del estado.
El hombre, cuya identidad no fue revelada, tenía una orden final de deportación emitida desde 2012. Ingresó de forma irregular a Estados Unidos en 2004 y fue condenado penalmente en 2008, según informaron las autoridades. Aunque no se especificaron los cargos, estos fueron determinantes para que un juez de inmigración ordenara su salida del país.
El caso se enmarca en una ofensiva más amplia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que busca acelerar las detenciones de migrantes con antecedentes judiciales o procesos migratorios abiertos, particularmente en Florida, donde se ha intensificado la actividad de ICE.
Durante la administración actual del expresidente Donald Trump, reactivada por la nueva mayoría republicana, los operativos migratorios han cobrado fuerza en ciudades como Miami, Miramar y Orlando. Los arrestos se han incrementado incluso en lugares oficiales donde los migrantes acuden a cumplir con citas establecidas.
Organizaciones de derechos humanos y defensores de migrantes han denunciado que esta política genera un clima de temor, al tiempo que socava la confianza en las instituciones migratorias. Muchos migrantes evitan acudir a citas legales por miedo a ser arrestados.
En paralelo a estas acciones, se registró una protesta en el Centro de Detención de Krome, en el condado Miami-Dade. Migrantes cubanos formaron un mensaje de “SOS Cuba” utilizando su cuerpo en la cancha del centro, un gesto captado por drones y difundido por Telemundo 51, como denuncia ante las condiciones de detención.
Familiares de los retenidos afirman que las condiciones en Krome son precarias. Alegan que hay deficiencias en la atención médica y tratos inhumanos hacia quienes esperan ser deportados. Estas denuncias no han recibido una respuesta clara por parte de las autoridades migratorias.
En medio del endurecimiento de las políticas, el gobierno republicano ha ejecutado cuatro vuelos de deportación hacia Cuba. El más reciente retornó a 130 personas, entre ellos 106 hombres y 24 mujeres, al Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana.
Según el Ministerio del Interior cubano, cinco de los deportados fueron arrestados de inmediato por haber salido ilegalmente del país mientras se encontraban bajo libertad condicional. El resto fue trasladado a centros de reclusión o entregado a sus familiares.
Las deportaciones podrían intensificarse tras el fallo de la Corte Suprema que revocó el programa de parole humanitario, una medida que afectará a más de medio millón de migrantes, en su mayoría procedentes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití.
El programa, impulsado por la administración Biden, ofrecía la posibilidad de vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos por razones humanitarias. Su eliminación representa un giro drástico que amenaza con multiplicar los vuelos de retorno en las próximas semanas.
