China ha donado a Cuba diez generadores eléctricos que reforzarán el suministro en las provincias de Sancti Spíritus y Cienfuegos, las más afectadas por los apagones, según informó este miércoles la prensa estatal cubana. Los equipos permitirán generar 18 megavatios (MW) de energía, beneficiando a aproximadamente 40,000 hogares en medio de una aguda crisis energética en la Isla.La entrega de los generadores ocurre en un momento crítico para Cuba, donde la crisis energética ha empeorado por la escasez de combustible y las constantes averías en las plantas termoeléctricas. Según el diario Granma, estos equipos ofrecerán una solución temporal ante la insuficiencia de los sistemas actuales para cubrir la creciente demanda eléctrica.
Mario Pedroso, director de la Empresa de Grupos Electrógenos y Servicios Eléctricos (Geysel) de la estatal Unión Eléctrica (UNE), señaló que los nuevos generadores son más robustos y proporcionarán mayor confiabilidad en el suministro eléctrico. Aunque representan una mejora significativa, el déficit energético sigue siendo grave. Este martes, el país enfrentó un déficit de capacidad de 1,060 MW, justo en el momento de mayor demanda.
Esta donación se enmarca en una larga colaboración entre China y Cuba en el sector energético. En los últimos meses, el gigante asiático ha donado componentes clave y parques fotovoltaicos completos. No obstante, la situación energética sigue siendo crítica debido a la obsolescencia de las termoeléctricas cubanas, algunas con más de 40 años de uso.
La falta de inversiones y mantenimiento adecuado ha agravado el funcionamiento de estas plantas, lo que ha llevado al país a una precariedad energética que afecta a todas las esferas de la vida cotidiana. La entrega de estos generadores es vista como un parche temporal mientras se buscan soluciones más profundas.
El impacto de los apagones no solo se ha reflejado en la economía, que atraviesa su peor crisis en cuatro décadas, sino también en el malestar social. Las protestas antigubernamentales, como las del 11 de julio de 2021 y las recientes del 17 de marzo de 2023 en Santiago de Cuba, han sido impulsadas en gran parte por el descontento ante los cortes de energía.
El gobierno cubano no ha logrado implementar soluciones efectivas a esta crisis, y las donaciones, como las de China, son vistas como un alivio temporal. Actualmente, solo cinco centrales eléctricas flotantes permanecen operativas, lo que ha limitado la capacidad de respuesta ante la creciente demanda.
A pesar de las donaciones chinas, los problemas estructurales del sistema eléctrico cubano siguen presentes. La falta de modernización de las infraestructuras energéticas y la obsolescencia de las plantas termoeléctricas hacen prever que la Isla continuará dependiendo de donaciones puntuales y soluciones temporales para hacer frente a la crisis.
El gobierno cubano ha anunciado que buscará más apoyo internacional para mejorar el sistema eléctrico, pero la solución a largo plazo aún parece lejana. Mientras tanto, los apagones seguirán siendo una realidad para miles de cubanos, afectando tanto la vida cotidiana como la estabilidad económica y social del país.
