
El cierre del gobierno federal de Estados Unidos, que comenzó el 1 de octubre de 2025, amenaza con interrumpir el acceso de millones de floridanos al programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP).
Este programa, que proporciona beneficios alimentarios a una de cada ocho personas en el país, podría enfrentar retrasos o suspensiones en la distribución de los bonos de comida para el mes de noviembre si el cierre continúa.
Holly Bullard, directora de Florida Policy Institute (FPI), destacó que el gobierno federal ha ordenado a los estados suspender la distribución de los beneficios hasta nuevo aviso. “Lo que estamos escuchando es que el gobierno federal ha dicho a los estados que pongan en pausa la distribución de los beneficios hasta que se les indique lo contrario”, señaló Bullard.
La FPI, organización independiente dedicada a mejorar la calidad de vida en Florida, alertó sobre el riesgo que representa la falta de financiación para el programa alimentario.
El secretario de Agricultura de EE. UU., Brooke Rollins, advirtió que en solo dos semanas se agotarán los fondos destinados a SNAP, lo que dejaría a millones de familias vulnerables sin acceso a estos beneficios. “Estamos hablando de millones de familias vulnerables que no tendrán acceso a estos programas”, declaró Rollins.
Florida, uno de los estados más afectados, recibe más de 7 mil millones de dólares anuales del programa SNAP, y más de tres millones de floridanos dependen de estos beneficios, incluidos más de medio millón en el condado de Miami-Dade. La interrupción de este programa podría tener efectos devastadores en una población ya vulnerable.
El cierre del gobierno se produce debido a un estancamiento entre republicanos y demócratas sobre el financiamiento federal para el año fiscal 2025. Los desacuerdos giran en torno a temas clave como la extensión de los subsidios de seguros médicos, el nivel de gasto federal y el tamaño de las operaciones gubernamentales bajo la administración de Donald Trump.
Los republicanos buscan recortes en el presupuesto, mientras que los demócratas presionan para garantizar los subsidios de salud.
Cada semana de cierre representa una pérdida económica de hasta 7.000 millones de dólares y reduce el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 0.1 puntos, afectando la economía en su conjunto debido a la suspensión de pagos a empleados federales, demoras en compras y menor demanda en el mercado. El cierre anterior, entre 2018 y 2019, resultó en pérdidas por 11.000 millones de dólares, y su impacto negativo en el PIB continuó durante varios trimestres.