![El dólar cae por debajo de 300 CUP en el mercado informal cubano tras anuncio del gobierno](https://revista.celimar.com/wp-content/uploads/2024/05/dolar-USD-peso-cubano-CUP-divisas-9-750x450.jpg)
El gobierno cubano anunció un cambio significativo en su política cambiaria, adoptando un tipo de cambio flotante entre el dólar estadounidense (USD) y el peso cubano (CUP). Esta medida fue presentada por el primer ministro Manuel Marrero Cruz ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, marcando el fin de la tasa fija establecida por el Banco Central de Cuba (BCC).
El nuevo régimen cambiario busca que la tasa de cambio varíe según las condiciones de oferta y demanda en el mercado, involucrando tanto al sector estatal como no estatal y a la población en general. Según Marrero Cruz, esta decisión ya cuenta con la aprobación de los objetivos y premisas para el redimensionamiento del mercado cambiario oficial.
“El nuevo sistema asume una mayor flexibilidad en el tipo de cambio, considerando las dinámicas económicas y sociales actuales. Es un proceso complejo debido a la coexistencia de múltiples tipos de cambio”, afirmó el primer ministro.
¿Qué implica un tipo de cambio flotante?
En un régimen de tipo de cambio flotante, el valor de una moneda frente a otra se determina por la oferta y demanda en el mercado. Factores como el comercio internacional, las tasas de interés y las expectativas económicas influirán en la fluctuación del dólar en Cuba, lo que podría generar incertidumbre, pero también reflejará la verdadera fortaleza económica del país.
Actualmente, el tipo de cambio oficial del BCC se mantiene en 120 CUP por dólar, mientras que el mercado informal reporta tasas de hasta 325 CUP por dólar. Este desajuste ha generado tensiones económicas significativas, afectando tanto a empresas como a ciudadanos que dependen de la compra de divisas para sus actividades.
Sectores estratégicos con acceso a divisas
Como parte de la estrategia para implementar este cambio, el gobierno cubano anunció un esquema de dolarización parcial, otorgando acceso a divisas a sectores clave. Esto incluye exportadores, ventas mayoristas y minoristas en divisas previamente aprobadas, y productores agropecuarios que sustituyen importaciones.
Además, se aceptarán pagos en divisas en turismo, Casas del Habano, farmacias, ópticas, clínicas internacionales y aeropuertos. Por otro lado, se implementarán aranceles y servicios asociados al comercio exterior que deberán pagarse en monedas extranjeras.
Contradicciones en la política económica
Aunque el primer ministro enfatizó que estas medidas buscan mitigar la dolarización de la economía, las acciones propuestas parecen reforzar su presencia. La coexistencia de múltiples tipos de cambio y la dolarización parcial podrían complicar aún más el panorama económico.
“Hay una dolarización sobre la cual no se ha tenido control, pero avanzamos en la desdolarización de la economía”, declaró Marrero Cruz, una afirmación que resalta las contradicciones en la estrategia del gobierno.
Implicaciones para la población
La adopción de un tipo de cambio flotante podría tener impactos significativos en los precios de bienes y servicios, especialmente en un contexto donde la inflación y la escasez de productos básicos ya afectan a la población. Para muchos cubanos, la brecha entre el mercado oficial e informal refleja las profundas distorsiones de la economía nacional.
Este cambio representa un intento del gobierno cubano por controlar la crisis económica y retomar el control sobre el mercado de divisas, pero su efectividad dependerá de cómo se implementen las medidas y de la reacción del mercado.