Cuba elimina impuestos a paneles solares, pero solo los ricos podrán generar su propia energía

Cuba eliminó los impuestos a la importación de equipos de energía renovable en medio de una crisis energética sin precedentes, con apagones de hasta 20 horas diarias en todo el país. La medida, publicada en la Gaceta Oficial No. 60 del 27 de junio de 2025, busca reducir la dependencia del petróleo y promover la generación eléctrica desde fuentes alternativas, especialmente en el sector privado.
La Resolución 169/2025 establece exenciones arancelarias para la importación de paneles solares, calentadores solares, biodigestores, pequeños aerogeneradores, cargadores para vehículos eléctricos y otros dispositivos vinculados a la eficiencia energética. La norma tiene efecto retroactivo desde el 1 de mayo y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2027.
El gobierno castrista, presionado por el colapso del sistema eléctrico, intenta trasladar parte de la responsabilidad energética a la ciudadanía. Sin embargo, los altos costos de estos equipos —que se comercializan en dólares— hacen que solo un pequeño grupo de cubanos con acceso a divisas pueda beneficiarse de la medida.
Según el texto oficial, tanto personas naturales como entidades privadas y estatales podrán acogerse a la exención de aranceles. En el caso del sector empresarial, se prevé también una exoneración del Impuesto sobre Utilidades durante el periodo de recuperación de la inversión, que puede extenderse hasta ocho años.
Para personas naturales, los productos importados deberán presentarse de forma separada al resto de las mercancías habituales, con la documentación correspondiente ante la Aduana. Esto limita aún más el acceso a quienes cuentan con redes logísticas, experiencia en trámites y capacidad financiera.
La resolución incluye un anexo con los productos exentos, pero deja afuera otros equipos que podrían ser fundamentales, como baterías de almacenamiento de alta capacidad o sistemas híbridos complejos. En estos casos, los interesados deberán presentar una solicitud al Ministerio de Finanzas y Precios justificando la viabilidad técnica y económica del proyecto.
Dicho procedimiento introduce obstáculos burocráticos que podrían desincentivar la inversión en soluciones energéticas más avanzadas. Las autoridades analizarán caso por caso, lo que podría dilatar o incluso bloquear iniciativas privadas de mayor escala.
A pesar del discurso oficial de apoyo a las energías limpias, el acceso desigual a la importación de estos productos perpetúa la exclusión económica. Mientras tanto, la mayoría de los cubanos seguirá enfrentando apagones prolongados sin recursos para aliviar su situación.
La medida busca mitigar el colapso energético sin modificar el modelo centralizado y sin ofrecer soluciones asequibles para la población en general. Así, el régimen intenta paliar la crisis sin asumir los costos estructurales de una reforma energética integral.
Aunque la resolución podría extenderse más allá de 2027 si la crisis persiste, su impacto será limitado mientras el acceso a las renovables siga dependiendo del poder adquisitivo de una minoría.