
El gobierno cubano implementará nuevas tarifas de peaje a partir del 10 de febrero de 2025 en tres importantes tramos de carretera. La medida, justificada como un mecanismo para financiar el mantenimiento vial, afectará tanto a conductores nacionales como extranjeros. El pago será obligatorio y solo podrá realizarse en pesos cubanos (CUP), sin descuentos ni tarifas preferenciales para usuarios frecuentes.
Los tramos gravados incluyen la autopista Matanzas-Varadero, con 32 kilómetros sujetos a peaje, el pedraplén Cayo Santa María, con 46 kilómetros, y el pedraplén Cayo Coco, con 38 kilómetros. Según fuentes oficiales, no se descarta extender el sistema a otras vías en el futuro.
Tramos de carretera sujetos al peaje
- Autopista Matanzas – Varadero: 32 km gravados.
- Pedraplén Cayo Santa María: 46 km gravados.
- Pedraplén Cayo Coco: 38 km gravados.
Nuevos precios de peaje en Cuba
Tipo de Vehículo | Tarifa (CUP) |
---|---|
Motociclos, autos, jeeps, paneles y camionetas | 40 |
Por cada arrastre (vehículos ligeros) | 10 |
Microbuses, ómnibus, camiones y cuñas | 80 |
Por cada arrastre (vehículos pesados) | 20 |
La decisión se enmarca dentro del Programa de Desarrollo Económico y Social impulsado por el régimen, que busca “corregir distorsiones” en la economía. Sin embargo, la medida llega en un contexto de crisis económica y alta inflación, lo que supone un impacto adicional para conductores y transportistas.
El financiamiento del mantenimiento de carreteras en Cuba ha dependido históricamente del presupuesto estatal. No obstante, las autoridades han reconocido que los recursos son insuficientes para frenar el deterioro de la infraestructura vial, lo que ha motivado la instauración de estos peajes.
La Ley 113 del Sistema Tributario Cubano respalda la aplicación de estos cobros. De acuerdo con las proyecciones oficiales, los ingresos obtenidos se destinarán a la conservación de las vías. Sin embargo, en el pasado se han implementado medidas similares sin que se reflejen mejoras visibles en la infraestructura.
Uno de los aspectos más controversiales es el alto costo que supondrá para los conductores. Un trabajador que utilice un tramo sujeto a peaje cinco días a la semana deberá destinar el 40% de su salario promedio, estimado en 4.000 CUP, solo para transitar.
A diferencia de otros países donde se ofrecen tarifas diferenciadas o descuentos para usuarios frecuentes, la legislación cubana no contempla beneficios para quienes dependen de estos tramos para su movilidad. Esto implica que todos los conductores, sin importar su nivel de ingresos o necesidad de desplazamiento, deberán pagar la tarifa completa sin excepciones.
El impacto económico de esta medida se suma a la pérdida de poder adquisitivo generada por la inflación y la crisis financiera. Para muchos trabajadores, el gasto en peajes reducirá aún más su capacidad de acceso a bienes y servicios esenciales.
Sectores como el transporte y el turismo podrían verse afectados por el encarecimiento del traslado en zonas de alto flujo vehicular. Empresas y conductores particulares enfrentarán costos adicionales que podrían trasladarse a los consumidores, elevando aún más los precios de bienes y servicios.
Las críticas también apuntan a la falta de transparencia en la gestión de los fondos recaudados. En el pasado, el gobierno ha justificado impuestos y tarifas con promesas de mejoras en infraestructuras que nunca se materializaron.
Con una economía en crisis y una población cada vez más golpeada por los altos costos de la vida, la implementación de estos peajes sin medidas de compensación representa una carga adicional para los ciudadanos, sin garantías de que la situación vial del país mejore en el corto plazo.