Jaime Miguel Hernández, un joven cubano que aspiraba a emigrar legalmente a Estados Unidos, finalmente cumplió su sueño después de esperar 11 meses en México. El proceso, lleno de incertidumbre, se desarrolló a través de la plataforma CBP One, una herramienta que facilita la gestión de citas con las autoridades migratorias estadounidenses. Hernández compartió su experiencia en una entrevista con el periodista Daniel Benítez, describiendo la angustia de esos meses al otro lado de la frontera.
El viaje de Hernández comenzó cuando decidió quedarse en México para esperar su cita con la CBP. Inicialmente, pensaba que la espera sería breve, pero a medida que los meses transcurrían y otros migrantes avanzaban en sus trámites, la desesperación y la ansiedad se intensificaban. “Es un proceso muy complicado”, afirmó el migrante, quien relató la angustia de ver cómo otros obtenían citas mientras él permanecía en la incertidumbre.
Durante su estadía en México, Jaime decidió seguir un consejo crucial para aquellos que utilizan CBP One: no borrar el registro inicial en la plataforma. “Lo mejor es no cambiar el registro, quedarse con el primero que se haga y esperar el tiempo necesario”, señaló. Muchos migrantes optan por eliminar su cuenta y crear una nueva con la esperanza de acelerar el proceso, pero Hernández decidió mantener su registro original.
A pesar de las dificultades, Hernández encontró una manera de sobrellevar la espera ayudando a otros migrantes a gestionar sus citas a través de la plataforma. “Ayudaba a otros y veía cómo les llegaban las citas, pero a mí no”, explicó sobre los frustrantes meses que vivió en México. Sin embargo, esa dedicación a los demás no fue suficiente para acelerar su propio caso.
Finalmente, la tan esperada cita llegó, y Hernández cruzó la frontera para llegar a Miami. El encuentro con las autoridades estaba programado para las 4:30 de la tarde y el proceso de revisión duró aproximadamente seis horas. Durante este tiempo, fue entrevistado y se le pidió llenar formularios detallados sobre su información personal, tatuajes y cualquier condición médica relevante. “Me preguntaron por los tatuajes. Le dije el significado normal de cada uno, y sin problema. Siempre con la verdad y seguro 100% de lo que vas a decir”, comentó.
Tras completar los trámites, Hernández recibió un parole de dos años, con una fecha de corte programada para el 2027. Ahora, se prepara para solicitar un permiso de trabajo y, tras cumplir un año en Estados Unidos, planea aplicar para la residencia bajo el ajuste cubano. La historia de este migrante refleja los desafíos y la esperanza de miles de personas que buscan una nueva oportunidad en territorio estadounidense.
El periodista Daniel Benítez, quien cubrió el caso de Hernández, también reportó que otros migrantes han estado recibiendo citas a través de CBP One, aunque algunos han logrado hacerlo en menos tiempo. Entre el viernes y el domingo, el comunicador recibió notificaciones de personas que obtuvieron sus citas en tan solo 10 días, lo que demuestra la variabilidad del sistema y la imprevisibilidad en los tiempos de espera.
