El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó un conjunto de nuevas leyes que refuerzan las políticas migratorias en el estado, tras un acuerdo con los legisladores republicanos en el Congreso local.
Las reformas buscan reforzar la colaboración entre recursos estatales y locales en la aplicación de leyes migratorias federales. Entre las disposiciones más polémicas figura la pena de muerte para indocumentados que cometan crímenes graves, como asesinato en primer grado o violación de menores.
La medida, que va más allá de las propuestas de Donald Trump, ha generado preocupación en grupos defensores de los derechos humanos y en sectores legales que consideran que la pena de muerte para indocumentados podría ser inconstitucional. A pesar de las críticas, DeSantis defendió la iniciativa como una solución necesaria para enfrentar la “crisis de la inmigración ilegal”.
El paquete de leyes incluye una asignación de 298 millones de dólares para fortalecer la aplicación de las leyes migratorias en Florida. Los fondos se destinarán a la contratación de más de 50 agentes especializados en inmigración, así como a subvenciones a agencias locales, bonificaciones a oficiales que colaboren con operaciones federales y reembolsos por alquiler de centros de detención.
Las nuevas normativas también endurecen las penas para los inmigrantes indocumentados que cometan delitos en Florida, incluyendo la creación de una figura delictiva para aquellos que ingresen al estado tras haber entrado ilegalmente a Estados Unidos.
A esto se le suma la derogación de una ley que permitía a los estudiantes indocumentados acceder a matrículas estatales en universidades y colegios públicos, una medida que ha sido rechazada por sectores bipartidistas.
El proceso de aprobación no estuvo exento de tensiones dentro del propio Partido Republicano de Florida. DeSantis había criticado inicialmente las propuestas del Congreso local por considerarlas insuficientes y amenazó con vetarlas si no se ajustaban a su visión. Finalmente, después de un enfrentamiento interno, los legisladores llegaron a un acuerdo y aprobaron los proyectos de ley.
“Hoy, la Legislatura de Florida ha aprobado la legislación más fuerte para combatir la inmigración ilegal de cualquier estado en todo el país. Estamos a la vanguardia en la lucha por poner fin a la crisis de la inmigración ilegal”, dijo DeSantis al firmar los proyectos de ley. No obstante, la medida también ha dejado al descubierto las tensiones entre los aliados de Trump y el gobernador, con el senador republicano Joe Gruters afirmando que la aprobación de las leyes es, en última instancia, una victoria para el expresidente.
