Ante la incredulidad de la mayoría de los cubanos, el precio del dólar estadounidense (USD) y el euro en el mercado informal de Cuba sigue cayendo y parece no tener freno. Según el portal El Toque, que realiza un cálculo matemático basado en las publicaciones de compra y venta, el USD se devaluó otras 10 unidades de pesos cubanos (CUP), acumulando un descenso del 21.5% en solo dos semanas. El precio del dólar pasó de rozar los 400 CUP el 16 de mayo a los 310 CUP.
En las últimas 24 horas, la cotización del euro cayó 15 CUP, marcando un descenso del 18.75% en el mismo periodo que el dólar. Actualmente, un euro se paga a 325 CUP en el mercado informal cubano, cuando hace dos semanas se cotizaba en 400 CUP. Estos cambios abruptos en las tasas de cambio están teniendo un impacto significativo en la economía del país, afectando tanto a residentes como a cubanos en el extranjero.
En Cuba, con una economía parcialmente dolarizada, los precios de la mayoría de productos y servicios se establecen teniendo en cuenta la tasa de las divisas internacionales. La tendencia bajista ya tiene efectos sobre las Mipymes importadoras, que se ven obligadas a bajar sus precios en CUP, pues en las redes sociales se desarrolla una campaña para que esto suceda al presionarlas con la bajada del dólar.
Sin embargo, aquellos que reciben remesas del extranjero están viendo mermado su poder adquisitivo, ya que al vender esos dólares reciben menos pesos cubanos. Aunque el descenso ha sido menos pronunciado, el precio de la Moneda Libremente Convertible (MLC), que en última instancia es el propio dólar estadounidense no disponible en efectivo, también afecta a quienes reciben remesas. Un MLC se cotiza actualmente en 270 CUP.
Mauricio De Miranda Parrondo, economista cubano, explica que la reciente caída del dólar en Cuba se debe a varios factores del mercado cambiario. La tasa de cambio en Cuba, como en cualquier otro lugar, depende de la oferta y demanda de divisas. De Miranda argumenta que este cambio no se debe a una mejora económica, sino a la saturación del mercado, donde los compradores ya no están dispuestos a pagar precios elevados por las divisas.
El economista concluye que para lograr una estabilidad cambiaria se necesita una economía sólida con crecimiento sostenido y un equilibrio macroeconómico, lo cual actualmente no se observa en Cuba. Los cambios recientes en el mercado de divisas reflejan más una reacción límite psicológico del mercado que una solución estructural.
En resumen, la caída del dólar y el euro en el mercado informal cubano está generando incertidumbre y diversas reacciones entre la población y los sectores económicos. Mientras algunos ven una oportunidad para reducir precios, otros enfrentan la realidad de un poder adquisitivo menguante. La situación sigue siendo incierta y las perspectivas a corto plazo no indican un cambio significativo en la tendencia actual.
El mercado de divisas en Cuba sigue siendo un tema de gran interés y preocupación, con impactos directos en la vida cotidiana de los cubanos y en las dinámicas económicas del país. Los próximos días y semanas serán cruciales para observar cómo evolucionan estas tendencias y qué medidas, si alguna, tomará el gobierno para estabilizar la situación.