
El 3 de octubre de 2025, bajo las órdenes del presidente Donald Trump, el gobierno de Estados Unidos llevó a cabo un ataque contra una lancha cargada de drogas frente a las costas de Venezuela, en una operación dirigida por el Comando Sur de EE.UU. (USSOUTHCOM).
El ataque resultó en la muerte de los cuatro tripulantes a bordo, quienes, según las autoridades estadounidenses, eran narco-terroristas involucrados en el tráfico de narcóticos.
El secretario de Guerra de EE.UU., Pete Hegseth, explicó que el cargamento de drogas que transportaba la lancha era suficiente para matar entre 25,000 y 50,000 personas en territorio estadounidense.
Esta operación se enmarca en una serie de ataques lanzados por EE.UU. en un esfuerzo por frenar el narcotráfico, el cual, según la administración de Trump, representa una “amenaza directa” para la seguridad y salud pública del país.
Operación en aguas internacionales
La operación tuvo lugar en aguas internacionales, específicamente en la zona de responsabilidad del Comando Sur de EE.UU., que cubre una gran parte de América del Sur y el Caribe. La información de inteligencia había confirmado que la embarcación estaba vinculada con organizaciones terroristas designadas, lo que justificó la acción militar. Hegseth aseguró que “estas acciones continuarán hasta que los ataques contra el pueblo estadounidense cesen”.
Este es el cuarto ataque realizado por EE.UU. en el mes de octubre, en lo que parece ser una intensificación de las operaciones contra el narcotráfico en la región. Además, la administración de Trump ha desplegado un contingente de marines en la zona, listos para interceptar otras embarcaciones involucradas en el tráfico de drogas.
Controversia y condena internacional
El ataque ha generado reacciones divididas a nivel internacional. En países como Venezuela y Colombia, algunos abogados internacionales y expertos en derechos humanos consideran que estas operaciones violan la ley internacional, argumentando que el gobierno estadounidense está matando a personas sin llevarlas a juicio, lo que podría considerarse una violación de derechos fundamentales.
Sin embargo, el presidente Trump defendió la acción en sus redes sociales, destacando el impacto potencial del cargamento de droga en la salud pública de EE.UU. “Esta lancha llevaba suficientes narcóticos para matar entre 25.000 y 50.000 personas”, afirmó, aunque no se han presentado pruebas que respalden esta cifra ni la identidad de los individuos a bordo.
Conflicto armado no internacional
El gobierno de EE.UU. también ha calificado su enfrentamiento con los carteles de drogas como un “conflicto armado no internacional”, lo que abre la puerta a un posible uso de poderes militares más amplios en el futuro. Este enfoque puede justificar el uso de la fuerza militar en territorio extranjero para combatir el narcotráfico y el terrorismo relacionado con las drogas.
Mientras las críticas internacionales continúan, la administración de Trump sigue con su estrategia de operaciones militares, argumentando que se trata de una respuesta defensiva ante una amenaza que pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos estadounidenses.