El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) ha solicitado autorización al gobierno federal para comenzar a cobrar 30 dólares a los patrocinadores del programa parole humanitario por la recolección de huellas dactilares. Esta solicitud fue presentada en el Registro Federal como una medida de emergencia que necesita ser aprobada antes del 20 de septiembre de 2024.
El cobro por la toma de huellas dactilares había sido previamente aprobado, pero ahora requiere una nueva validación para ser implementado como parte del proceso del parole. Este requisito ha sido incorporado tras la reanudación del programa, lo que ha generado preocupación entre los patrocinadores, quienes se enfrentan a nuevos procedimientos administrativos.
Según el periodista Daniel Benítez, la base legal para esta solicitud de emergencia proviene de una ley promulgada en 1995, que permite revisar y aprobar cobros administrativos destinados a mejorar los procesos migratorios. En este caso, el cobro aplicaría tanto a los nuevos patrocinadores como a aquellos cuyos procesos están pendientes y aún no han completado la toma de huellas dactilares.
A pesar de la urgencia de la solicitud, el DHS ha aclarado que no todos los patrocinadores deberán someterse de inmediato a este nuevo requisito. Se estima que entre 500.000 y 700.000 patrocinadores actuales podrían no verse afectados por esta medida. No obstante, se ha advertido que es fundamental que todos estén preparados para cumplir con esta obligación si el gobierno así lo solicita.
El DHS ha instado a los patrocinadores a estar atentos a las notificaciones que recibirán a través de sus cuentas en myUSCIS, el sistema oficial para gestionar estos trámites. De hecho, muchos ya han comenzado a recibir avisos sobre posibles cambios en sus procesos, lo que ha generado confusión, especialmente debido a la falta de claridad sobre cuándo y cómo se implementará este cobro.
La agencia USCIS, encargada de manejar el proceso del parole, aún no ha establecido un mecanismo definitivo para realizar el cobro de las huellas dactilares. Esto ha generado preocupación entre los patrocinadores, quienes temen que la falta de un sistema establecido pueda retrasar sus trámites o generar problemas adicionales en sus solicitudes.
Uno de los mayores temores entre los patrocinadores es si este nuevo cobro afectará la emisión de permisos de viaje para los beneficiarios del programa. Sin embargo, el DHS ha confirmado que el cobro por huellas dactilares no está vinculado a los permisos de viaje y que el retraso en la emisión de estos documentos se debe a otros factores, como la alta demanda y la falta de personal en las oficinas de USCIS.
El DHS ha defendido la implementación de este cobro como una medida necesaria para reforzar la seguridad en el proceso de validación de los patrocinadores. La recolección de huellas dactilares permitirá verificar la identidad y los antecedentes de los patrocinadores, lo que reducirá el riesgo de fraudes o inconsistencias en las solicitudes de parole.
El programa parole humanitario ha sido una vía crucial para miles de migrantes, y cualquier cambio en los requisitos administrativos, como este cobro por huellas dactilares, puede generar incertidumbre entre los patrocinadores y beneficiarios. El DHS insiste en que la medida tiene como objetivo fortalecer la seguridad del sistema, pero muchos siguen a la espera de mayor claridad sobre cómo afectará sus casos específicos.
Con la fecha límite del 20 de septiembre acercándose rápidamente, se espera que haya más detalles sobre cómo y cuándo se aplicará esta nueva medida, y si el cobro de huellas dactilares será finalmente autorizado. Las autoridades recomiendan a los patrocinadores mantenerse informados y en contacto con USCIS para evitar contratiempos en sus procesos.
