Gobierno cubano pone en marcha exportaciones de petróleo en medio de escasez y recortes de energía

El gobierno cubano ha dado luz verde a la exportación de petróleo crudo extraído de la zona conocida como Bloque 9, un área ubicada al norte de la costa de las provincias de Mayabeque, Matanzas y parte de Villa Clara. Esta medida se enmarca en la grave crisis energética que atraviesa el país, donde incluso escasea el combustible para los aviones. La decisión, anunciada a finales de 2024, podría tener un impacto significativo tanto en la economía nacional como en las relaciones comerciales internacionales de Cuba.

El permiso para exportar petróleo se concede tras una serie de negociaciones entre las autoridades cubanas y la empresa australiana Melbana Energy, que desde 2015 explora hidrocarburos en territorio cubano. Según un informe de esta compañía, a cuyo contenido Periódico Cubano tuvo acceso, las operaciones de extracción y comercialización están programadas para comenzar a finales de 2024 o principios de 2025.

Las exportaciones se realizarán desde la Base de Supertanqueros de Matanzas, un puerto de aguas profundas situado a 75 km de los pozos petroleros en explotación. Este puerto es clave para el transporte de crudo hacia los mercados internacionales, ya que su infraestructura es ideal para la carga de grandes cantidades de petróleo.

El crudo extraído del Bloque 9 tiene una densidad API de 19°, lo que lo convierte en un petróleo relativamente ligero y de mejor calidad que otros crudos cubanos de menor rendimiento. Se estima que la producción inicial será de 5.000 barriles diarios, con un posible aumento a 40.000 barriles diarios conforme se realicen perforaciones adicionales en el área.

Las expectativas de producción de petróleo en la región son altas, ya que el Bloque 9 posee recursos estimados entre 267 millones y 734 millones de barriles de crudo, lo que lo convierte en una de las áreas más prometedoras para la industria petrolera cubana. Las perforaciones iniciales en los pozos Alameda-1 y Alameda-2 han confirmado la existencia de importantes formaciones de petróleo, lo que aumenta las expectativas de mayores descubrimientos en los próximos años.

A pesar de los avances en la explotación de hidrocarburos, la situación sigue siendo compleja para la economía cubana. La crisis energética ha afectado gravemente a la industria y a la vida cotidiana de los ciudadanos, quienes sufren cortes de electricidad frecuentes y la escasez de productos esenciales. En este contexto, la autorización de exportaciones de petróleo se ve como una medida que podría generar ingresos en divisas para el país.

El presidente ejecutivo de Melbana Energy, Andrew Purcell, expresó en el informe que “la promesa de una recompensa sustancial por nuestros considerables esfuerzos hasta la fecha en Cuba sigue muy viva”, añadiendo que la compañía y sus socios se comprometen a entregar resultados en el corto plazo.

Sin embargo, el modelo de producción compartida acordado entre Cuba y los inversionistas extranjeros implica que entre un 60% y 70% de la producción de petróleo será destinada a los inversionistas para recuperar su inversión, mientras que el resto se compartirá entre el país y los socios comerciales. El gobierno cubano se asegura así un acceso preferente al crudo producido, aunque en una proporción mucho menor que la destinada a las empresas extranjeras.

A pesar de las críticas que ha recibido el gobierno cubano por su manejo de los recursos naturales, la política fiscal atractiva aplicada a los inversionistas extranjeros está siendo vista como un aliciente para la industria petrolera. Según el informe, la tasa impositiva corporativa es de solo 15%, lo que ha sido descrito como un incentivo clave para el desarrollo de la industria en la isla.