El gobierno cubano ha anunciado nuevas medidas que regulan el traspaso, comercialización e importación de autos y motos, según el discurso del primer ministro Manuel Marrero Cruz durante la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Las disposiciones buscan facilitar la compraventa de vehículos y carrocerías de segunda mano en moneda nacional y establecer límites en la cantidad y tipos de autos importados por el sector privado. La empresa Servicios Automotores S.A. (SASA) será autorizada para importar y comercializar carrocerías de vehículos de motor y cuadros de motocicletas en divisas convertibles, exclusivamente como reposición.
Además, se permitirá el traspaso de propiedad de los vehículos entre personas naturales y jurídicas, cumpliendo con las normas tributarias, con la excepción de los diplomáticos extranjeros.
El gobierno también permitirá la importación de vehículos para personal diplomático, representantes de empresas en el extranjero y profesionales que participan en misiones de colaboración en el exterior, incluidos los médicos.
Una nueva política técnica regulará la importación de vehículos para evitar problemas como la adquisición de autos que requieren gasolina especial no disponible en el país. Marrero mencionó que estos vehículos han sufrido daños debido al uso de gasolina de menor octanaje.
“Hay unos carros que están entrando que no son compatibles con la sociedad nuestra, no son necesarios, y también tenemos que acotar la cantidad en función de los intereses del país, y eso también se corrige en esta norma”, señaló Marrero.
El gobierno también autorizará la importación de motos de combustión y triciclos, ampliando la política actual que solo permitía la importación de motos eléctricas. Estas medidas están en proceso de revisión para determinar su implementación y los requisitos que se deben cumplir en Aduana.
El coronel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) explicó que estas medidas buscan corregir distorsiones en el sector del transporte. El gobierno ha permitido el arrendamiento de transporte a formas de gestión privada, lo cual se propone controlar más estrictamente.
Según Marrero, la flexibilidad en el arrendamiento ha llevado a que las empresas estatales dependan excesivamente del sector privado para el transporte de pasajeros. “Eso no está prohibido, pero el camino no puede ser que las empresas estatales, que tienen la responsabilidad del transporte de pasajeros, lo que hagan sea arrendar todo el transporte bajo la excusa de que no tengo recursos para comprar una goma, o una batería”, advirtió.
Esto ha causado un aumento “abusivo” en los precios del transporte debido a la privatización, añadió el funcionario.
Estas medidas representan un intento del gobierno cubano por regular y controlar más eficientemente el sector del transporte y la importación de vehículos, asegurando que sean compatibles con las necesidades y capacidades del país. Las nuevas regulaciones buscan estabilizar el mercado y evitar problemas técnicos y económicos que han surgido con la importación de vehículos no adecuados para la infraestructura cubana.