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Importación de electrodomésticos en Cuba en la mira del gobierno

Aduana cubana
Aduana cubana (Imagen de Celimar)

Entre 2022 y 2023, casi seis millones de equipos eléctricos ingresaron a Cuba, aumentando la demanda de energía en un sistema con escasa inversión, creando un desbalance marcado entre la oferta y la demanda de electricidad. Joel Enrique Trincado Pacheco, director de normalización y evaluación energética de la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía (Onure), informó que en 2022, alrededor de tres millones de equipos eléctricos fueron importados, con un 53% correspondientes a sistemas de iluminación y un 23% a equipos de cocción como ollas y arroceras. Para 2023, la cifra descendió ligeramente a 2.8 millones de equipos, y en 2024 ya se contabilizan 1.8 millones.

Trincado Pacheco destacó un aumento en la importación de equipos de cocción de alimentos y refrigeración, con una tendencia creciente en las formas de gestión no estatal. “Este año han importado más las formas de gestión no estatal que las estatales”, señaló. Esto plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema eléctrico para soportar la creciente demanda.

En un extenso reportaje publicado por Cubadebate, se discute si se puede regular la importación de estos equipos para reducir el consumo y, en teoría, acabar con los apagones. Trincado Pacheco abogó por adoptar prácticas internacionales donde se exija que todos los “equipos de uso final de la energía” cumplan con normas de seguridad eléctrica, eficiencia energética y tropicalización.

Cuba ya cuenta con un marco regulatorio para la importación de equipos. Las personas jurídicas, tanto estatales como no estatales, se rigen por las resoluciones 235 y 236 del 2021. Las Mipymes y trabajadores por cuenta propia no pueden importar directamente equipos de uso final de la energía; deben hacerlo a través de entidades importadoras autorizadas por el Mincex, asegurando que estos equipos estén homologados. Según Trincado Pacheco, el listado de equipos homologados se actualiza mensualmente y está disponible para consulta en la web de Onure.

Para pequeñas importaciones con fines de donación o uso específico dentro de las entidades, sin carácter comercial, se permite la importación sin pasar por el proceso de homologación, siempre que no tenga un impacto significativo en el consumo energético del país. “Si usted va a traer una marca y modelo que no está homologado para uso comercial o dentro de las entidades, debe traer dos muestras al laboratorio junto con sus fichas técnicas. Ahí se verifica si cumple con los parámetros. De no cumplirlos, el equipo solo podrá ser empleado para uso no comercial”, explicó Trincado Pacheco.

Las personas naturales se rigen por la resolución 175 de 2022 de la Aduana General de la República, que establece la cantidad de equipos y los precios referenciales de costo. Hasta el momento, estos equipos no deben cumplir las normas de tropicalización ni de eficiencia energética. Para importar estos equipos, no se requieren permisos técnicos ni pasar por el proceso de homologación. “Es bueno aclarar a la población que las normas anteriores (235 y 236) no inciden en sus importaciones de carácter no comercial”, aclaró el director de Onure.

La falta de regulación para la población en general hace pensar que el gobierno podría estar ideando una nueva resolución para que la Aduana de Cuba limite la entrada de ciertos equipos. Esta medida podría ser una respuesta a la creciente demanda de energía y los apagones frecuentes que afectan a la isla, buscando un equilibrio en el consumo y la generación de electricidad.

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