El uso del Advance Parole para obtener la residencia permanente en Estados Unidos está generando incertidumbre entre cubanos que poseen el formulario I-220A. Expertos en inmigración advierten que esta opción no garantiza una entrada legal que conduzca a la regularización migratoria, dejando a muchos en una situación vulnerable.
El Advance Parole permite a ciertas personas con estatus migratorio pendiente salir y regresar a Estados Unidos sin que se considere abandonada su solicitud. No obstante, abogados aclaran que para los cubanos con I-220A, regresar al país bajo esta autorización no se traduce automáticamente en una entrada legal a efectos de solicitar la residencia.
Según especialistas, un cubano con una solicitud de residencia pendiente y un I-220A puede recibir un Advance Parole y salir del país. Sin embargo, su regreso no asegura que la entrada sea clasificada como legal para ajustar su estatus migratorio. La confusión surge en función del motivo por el cual se emite el documento.
Cuando el Advance Parole está vinculado a programas como el TPS (Estatus de Protección Temporal), DACA, visas U o asilo aprobado, la entrada puede considerarse válida. En cambio, si se otorga por tener una solicitud de residencia en trámite, no es suficiente para corregir el estatus de aquellos con entradas irregulares.
“Algunas personas podrían lograr que su residencia sea aprobada, pero la ley no respalda esta práctica,” explicó la abogada Claudia Cañizares al portal Cuba en Miami. Añadió que un caso judicial vigente establece que el Advance Parole no garantiza la residencia a cubanos con entradas irregulares.
El problema afecta particularmente a quienes poseen el I-220A, un documento que no es considerado un parole. Por esta razón, USCIS (Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos) rechaza sus solicitudes de residencia tras un año y un día en el país.
Una propuesta presentada por la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar busca crear el “Parole in Place”, una medida que permitiría a los cubanos con I-220A recibir una entrada legal sin abandonar el territorio estadounidense. Sin embargo, la medida requiere la aprobación del Congreso.
Recientemente, un juez dictaminó que ni la administración de Joe Biden ni ninguna otra puede implementar esta política sin legislación específica. La abogada Cañizares advirtió que el problema persiste y que las expectativas deben ajustarse a la realidad legal.
El Parole in Place representa una posible solución, pero su viabilidad depende de la aprobación legislativa. Mientras tanto, los cubanos con I-220A enfrentan un futuro incierto respecto a su estatus migratorio.
Abogados recomiendan precaución a quienes consideran utilizar el Advance Parole en busca de residencia, ya que el retorno al país podría no cumplir con los requisitos legales. La asesoría legal especializada se vuelve esencial para evitar complicaciones y posibles denegaciones.
El debate sobre la regularización migratoria de los cubanos con I-220A continúa generando atención en la comunidad y el Congreso. La espera por una solución definitiva se prolonga, mientras miles de personas permanecen en un limbo legal.
