Un grupo de 43 balseros cubanos que arribó a las costas del sur de Florida la madrugada del pasado martes ha comenzado a ser liberado. Entre los liberados se encuentra una pareja con un bebé de 10 meses, quienes obtuvieron su libertad bajo palabra mediante la emisión del formulario I-220A, utilizado en procesos migratorios en Estados Unidos.
Los migrantes llegaron a Florida a bordo de un barco de pesca que zarpó desde la playa de Cojímar, Cuba. Tras ser interceptados en Sombrero Beach, cerca de Cayo Maratón, fueron trasladados a un centro de detención en Miramar. Durante la noche del miércoles, algunos balseros fueron liberados con grilletes electrónicos y bajo las condiciones del formulario I-220A, mientras otros permanecen en espera de entrevistas de miedo creíble.
El abogado de inmigración Willy Allen destacó en una entrevista con el periodista Daniel Benítez que este procedimiento marca un cambio respecto a las políticas anteriores. Antes, las familias que llegaban con menores eran detenidas hasta pasar la entrevista de miedo creíble, un requisito previo a su liberación. En este caso, los migrantes fueron liberados sin realizar dicha entrevista, lo que representa un avance positivo para las familias recién llegadas.
Aún no se sabe qué sucederá con aquellos balseros que no forman parte de un grupo familiar. Según Allen, es probable que los migrantes solteros también sean liberados en las próximas semanas, aunque algunos podrían tener que pasar por la entrevista de miedo creíble antes de obtener la libertad bajo palabra o parole.
Para los balseros liberados con el formulario I-220A, el siguiente paso será presentar una solicitud de asilo. Si cumplen con los requisitos, podrían regularizar su estatus migratorio en el futuro y, eventualmente, obtener la residencia permanente en Estados Unidos. Sin embargo, el proceso de asilo es largo y complejo, y muchos enfrentan un futuro incierto mientras esperan respuestas del sistema judicial migratorio.
La entrevista de miedo creíble es fundamental para otorgar libertad condicional o parole a los migrantes cubanos. Aquellos que la superan pueden permanecer en Estados Unidos bajo libertad condicional, pero quienes no logran convencer a las autoridades enfrentan la deportación a Cuba. Actualmente, Estados Unidos deporta mensualmente entre 40 y 80 migrantes cubanos, según los datos más recientes.
El gobierno de Estados Unidos ha endurecido su postura hacia los balseros cubanos en los últimos años. Aquellos que son interceptados en el mar quedan inhabilitados para solicitar el parole humanitario, un programa creado en enero de 2023 para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos. Esto representa un cambio significativo en la política migratoria de Estados Unidos.
Desde la derogación de la política de “Pies secos, pies mojados” en 2017, los balseros cubanos que intentan llegar a Estados Unidos enfrentan un alto riesgo de ser deportados. La embajada de Estados Unidos en La Habana ha advertido reiteradamente sobre los peligros de intentar llegar por mar, subrayando que la mayoría de los migrantes interceptados serán devueltos a Cuba.
