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Rumores sobre deportaciones masivas y cambios en el parole humanitario preocupan a migrantes cubanos

Donald Trump
Trump nombra a Tom Homan como “Zar de las fronteras” para supervisar deportaciones masivas (Foto: Captura de Youtube- Sky News)

A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos, programadas para el 5 de noviembre de 2024, han surgido rumores sobre el futuro de los migrantes si Donald Trump regresa a la Casa Blanca. Las especulaciones apuntan a posibles deportaciones masivas y la eliminación inmediata de programas como el parole humanitario y las citas CBP One. Sin embargo, es importante aclarar que cualquier cambio en las políticas migratorias solo se implementaría a partir del 20 de enero de 2025, si Trump asume el cargo.

Durante su campaña, el expresidente ha prometido endurecer las políticas migratorias. No obstante, hasta el 20 de enero de 2025, las medidas actuales seguirán vigentes bajo la administración de Joe Biden. Según el periodista Daniel Benítez, el parole humanitario, que permite la entrada legal de migrantes al país, continúa en funcionamiento, al igual que el sistema de citas CBP One.

El parole humanitario ha sido una medida clave implementada por la administración de Biden mediante una orden ejecutiva, brindando acceso legal a muchos migrantes. A pesar de los temores, el programa sigue activo y no se eliminaría de inmediato en caso de que Trump gane las elecciones. Un cambio en estas políticas solo podría ocurrir con una nueva orden ejecutiva firmada por el próximo presidente y ejecutada por el Departamento de Seguridad Nacional.

Para los migrantes que ya se encuentran en Estados Unidos, la situación no cambiaría drásticamente. Aunque Trump podría detener el parole para nuevos solicitantes, deportar a quienes tienen casos en curso sería complejo debido a las protecciones legales existentes en el sistema judicial estadounidense, el cual ofrece derechos de apelación y obstáculos para deportaciones masivas.

Uno de los temores más recurrentes en la comunidad migrante es la posibilidad de deportaciones a gran escala. Sin embargo, durante su mandato anterior, Trump no logró ejecutar estas operaciones debido a limitaciones de recursos en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Además, las leyes actuales protegen a los migrantes con casos abiertos en tribunales de inmigración, dificultando cualquier intento de deportación masiva.

Trump ha propuesto la contratación de 10.000 agentes adicionales de la Patrulla Fronteriza y el uso de normativas más estrictas para acelerar el proceso de deportación. No obstante, la contratación enfrenta obstáculos financieros y políticos, ya que muchos republicanos en el Congreso no apoyan el aumento del presupuesto necesario.

Otro factor relevante es la configuración del poder legislativo tras las elecciones del 5 de noviembre. El control de las cámaras del Congreso será determinante para la implementación de nuevas leyes migratorias. Si los demócratas mantienen el control del Senado y los republicanos el de la Cámara de Representantes, los cambios propuestos por Trump podrían encontrar resistencia.

Entre las propuestas más controvertidas del expresidente está la posible aplicación del Acta de Enemigos Extranjeros de 1798, una legislación que permitiría deportaciones sin el debido proceso si se vincula a personas con actividades criminales y gobiernos extranjeros. Sin embargo, su implementación sería legalmente complicada y enfrentarían múltiples desafíos en los tribunales.

En resumen, aunque las intenciones de Trump en materia migratoria están claras, los cambios no serían inmediatos. La comunidad migrante debe mantenerse informada y no caer en el alarmismo, ya que cualquier modificación en las políticas actuales requeriría tiempo y enfrentaría obstáculos legales y políticos significativos.

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