El gobierno cubano permitirá la importación directa de motocicletas y ciclomotores de baja cilindrada, ya sean de combustión interna o híbridas, con o sin sidecar.
La situación llegó a un punto crítico hace dos semanas en el Aeropuerto José Martí de La Habana, cuando los cubanos con boletos de Wingo protestaron al ser impedidos de abordar por falta de visado.
El gobierno también autorizará la importación de motos de combustión y triciclos, ampliando la política actual que solo permitía la importación de motos eléctricas.
El aumento de la tasa aeroportuaria en Cuba tendrá un impacto directo en los viajeros, especialmente en los cubanos que residen en el extranjero y visitan la isla con frecuencia.
La implementación de estas medidas es vista como un paso necesario para enfrentar la creciente demanda energética y las limitaciones en la capacidad de generación.
Para abordar esta situación, el grupo Aristeo, expertos en trámites de nacionalidad española, ha ofrecido donar papel para garantizar la impresión de estos certificados. Sin embargo, hasta el momento no ha habido respuesta de las autoridades.
Las plantas eléctricas de emergencia pueden importarse como parte del equipaje acompañado del viajero o mediante envíos. En el caso de los envíos, pueden realizarse por vía aérea, marítima, postal y de mensajería sin carácter comercial.
Estas medidas extraordinarias llegan en un contexto marcado por la escasez de bienes y servicios y los elevados precios, provocados en gran parte por decisiones erróneas del propio régimen.