CBP One prioriza las citas para quienes tienen solicitudes activas desde hace más tiempo, evitando el abuso del sistema y optimizando la disponibilidad de citas.
Este anuncio, reportado por El Nuevo Herald, indica que el proceso de deportación comenzará una vez finalice el periodo de dos años otorgado por el parole.
El efecto de estas políticas ha sido particularmente notable en la frontera suroeste, donde el uso de la aplicación CBP One ha jugado un papel crucial en la organización y legalización del proceso migratorio.
El cobro por la toma de huellas dactilares había sido previamente aprobado, pero ahora requiere una nueva validación para ser implementado como parte del proceso del parole.
El procedimiento comienza cuando el patrocinador completa en línea el formulario I-134A. Automáticamente, se le asigna una cita en la oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) más cercana para la toma de huellas dactilares.
En un comunicado, el DHS detalló que "todos los beneficiarios del parole humanitario son sometidos a un proceso de selección y verificación exhaustivo antes de su llegada a los Estados Unidos"
Este fenómeno se ha visto intensificado desde que el personal de la Patrulla Fronteriza y otros empleados de DHS comenzaron a utilizar el Sistema Interactivo de Programación de Cortes (ISS) hace una década