USCIS rechaza solicitud de Green Card a familias cubanas por ingresar a EE. UU. con hijos menores

Cinco familias cubanas atraviesan una situación angustiante tras la negativa del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) a sus solicitudes de residencia permanente (Green Card) bajo la Ley de Ajuste Cubano. El motivo alegado por las autoridades migratorias es la supuesta implicación de estas familias en contrabando o tráfico de personas, debido a su decisión de cruzar la frontera sur junto a sus hijos menores de edad.

La situación, que no tiene precedentes en la historia reciente de los casos de regularización de estatus para los cubanos, ha atraído la atención de abogados especializados y de la comunidad migrante. A pesar de que todos los afectados habían recibido previamente un parole humanitario —válido por 60 días— que los hacía elegibles para la residencia, la USCIS ha desestimado sus solicitudes en lo que muchos consideran un caso extraordinario.

Lo que ha llamado aún más la atención es que, a pesar de cumplir con los requisitos establecidos, estas familias han sido señaladas por las autoridades por su decisión de emigrar con menores, un hecho que las coloca en la mira de los oficiales de USCIS en la oficina de Spokane, Washington. Este centro ha procesado al menos cuatro de los casos involucrados, lo que refuerza las sospechas de que la denegación de las solicitudes no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia más amplia.

Recientemente, el periodista Daniel Benítez reveló que, en el caso de un matrimonio radicado en Dallas, Texas, el USCIS otorgó la Green Card al hijo menor de edad, aunque la familia aún enfrenta incertidumbre debido a las acusaciones graves que rodean su situación. Este hecho contrasta con el caso de otras familias a quienes se les ha negado la solicitud bajo la misma alegación de tráfico de personas, un cargo que se considera tanto injusto como infundado, ya que involucra a los propios hijos de los solicitantes.

En una entrevista realizada a una pareja que reside en Houston, la familia compartió su conmoción al recibir la notificación de USCIS, en la que se les imputaba el grave cargo de contrabando de personas. A pesar de que no han cometido ningún delito, las autoridades les han solicitado presentar un Perdón I-601, un trámite que podría demorar años y que implica elevados costos. “Nos quedamos en shock. Es una locura nunca vista”, dijeron los afectados, quienes buscaron asesoría legal en varios estados de EE. UU. y recibieron respuestas similares: los casos de estas familias son algo inédito y no hay precedentes.

En cuanto a la cronología de los casos, se destaca que la mayoría de las solicitudes fueron presentadas entre noviembre y diciembre de 2023 y los primeros días de 2024, y las cartas de denegación fueron enviadas desde la oficina de USCIS en Spokane, Washington. Es relevante señalar que al menos tres de las misivas poseen fechas de emisión consecutivas, lo que refuerza la idea de que se trata de una serie de decisiones tomadas en bloque.

Aunque algunos analistas sugieren que estas medidas podrían ser parte de las estrategias de la administración Biden en relación con la inmigración irregular, especialmente para familias que ingresan con menores, hasta el momento no se tiene conocimiento de ningún caso similar fuera de la oficina de Spokane. Esta falta de precedentes genera aún más dudas sobre la legalidad y motivación detrás de estas negaciones.

En el ámbito legal, el abogado de inmigración Wilfredo Allen señaló que las acusaciones de contrabando de personas no tienen base sólida y no prevalecerían en una corte de apelaciones, dado que los padres de los menores viajaron con sus hijos de forma legal y conjunta. Sin embargo, las familias afectadas siguen enfrentando un proceso largo, costoso y emocionalmente desgastante para regularizar su estatus migratorio.

Estas familias cubanas, atrapadas en un sistema legal incierto, continúan luchando por el derecho a vivir de manera legal en los EE. UU., mientras enfrentan un futuro migratorio incierto y cargado de tensiones burocráticas.