El dominio del idioma inglés será un requisito indispensable para superar la prueba de la ciudadanía estadounidense, que se encuentra en proceso de actualización y que podría volverse más complicado para los migrantes en esa nación, informa una nota de la agencia AP.
Para presentar este examen, uno de los últimos pasos hacia la naturalización en Estados Unidos, la persona debe haber residido legalmente en el país norteño durante más de cinco años y demostrar a su vez, conocimientos sobre la historia, cultura así como dominar la lengua oficial.
La última vez que se modificó la prueba fue en el 2020, durante el mandato del expresidente Donald Trump, cuando se se hizo más extensa y complicada de aprobar. Sin embargo al asumir el demócrata Joe Biden, emitió una orden ejecutiva donde se indicaba que se regresara a la versión anterior, actualizada en el año 2008.
De acuerdo a la información revelada por el medio antes citado, todo esto se encuentra a punto de cambiar pues las autoridades de EEUU pretenden implementar una nueva versión, la cual contemplaría cambios notables, entre ellos la adición de una sección oral donde los examinadores evaluarán las habilidades en inglés del aspirante.
¿Cuáles cambios se realizarán al examen de la ciudadanía de EEUU?
Algunos de los aspectos dados a conocer es que un oficial mostraría fotos de escenarios cotidianos y la persona que toma el examen deberá describir las imágenes en inglés.
Hasta la fecha, esta sección oral solo se limita a una entrevista donde se responden preguntas que el solicitante conoce de antemano del proceso del trámite de documentos.
En tal sentido, el nuevo cambio poseería una sección de educación cívica llamada de opción múltiple que sustituiría el formato actual de respuestas breves orales, lo cual resultaría según los expertos en una prueba más rigurosa pues las personas deberán tener más conocimientos sobre la amplia historia de EEUU.
Al respecto, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración explicó que previo a la implementación definitiva realizará una prueba a nivel nacional la cual contendrá los cambios propuestos en 2023 y con ello pretende recibir comentarios del público.
Tras este paso, un grupo externo de expertos en adquisición del lenguaje, educación cívica y desarrollo de pruebas serán los responsables de revisar los resultados y recomendar las mejores estrategias para implementar las alternativas propuestas.
