Cuba enfrenta una crisis demográfica severa con un 24.4% de su población mayor de 60 años, según datos recientes de la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei). El fenómeno sitúa al país entre los más envejecidos de América Latina, con regiones como Villa Clara, La Habana y Sancti Spíritus mostrando los índices de envejecimiento más altos. La falta de recursos y servicios adecuados agrava la situación de los adultos mayores en estas provincias.
Expertos del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana (CEDEM) advierten que la tendencia es irreversible, a menos que se logre un aumento significativo en la tasa de natalidad. Sin embargo, esto parece improbable a corto plazo, ya que muchas mujeres cubanas no consideran viable tener hijos debido a las difíciles condiciones económicas y la creciente preferencia por emigrar antes de formar una familia.
Teresa Orosa Fraíz, presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de La Habana, resalta que el envejecimiento debe ser visto como un logro social, pero también como un desafío importante. “Debemos replantearnos la forma en que pensamos y actuamos hacia las personas mayores. Envejecer con dignidad es un derecho que debemos garantizar”, señaló.
La realidad en la isla, no obstante, muestra un panorama complejo. El sistema de salud cubano no está preparado para responder a las necesidades específicas de una población que envejece rápidamente, dejando a muchos adultos mayores en una situación de vulnerabilidad extrema. Las bajas pensiones, que no alcanzan para cubrir los costos básicos en un contexto de alta inflación, representan uno de los problemas más graves que enfrentan los jubilados.
El vicejefe de la Onei, Juan Carlos Alonso Fraga, explicó que la combinación de una baja tasa de natalidad y el aumento en la esperanza de vida están acelerando el envejecimiento poblacional. Se estima que para 2030, cerca del 30% de los cubanos superará los 60 años, lo que plantea desafíos económicos y sociales de gran envergadura para el país.
Además, un video reciente de YouTube, producido por un influencer habanero, muestra cómo la caída en la natalidad se ha convertido en un tema de debate entre los jóvenes. En entrevistas con estudiantes universitarios, muchos expresaron que la situación actual en Cuba no es favorable para formar una familia. “Me gustaría tener hijos en Europa y luego traerlos a conocer Cuba y sus raíces”, comentó un entrevistado, mientras que otro agregó: “No quiero que mis hijos pasen trabajo, por eso no los tendría aquí”.
La situación se ve agravada por la emigración de jóvenes, que buscan mejores oportunidades fuera del país, lo cual deja a la isla con una base de población activa cada vez más reducida para sostener a sus ciudadanos mayores.
La presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor enfatiza la necesidad de un cambio en la percepción y trato hacia los adultos mayores, quienes, a pesar de sus limitaciones, siguen siendo una parte productiva y valiosa de la sociedad cubana. “Es crucial garantizar que envejecer en Cuba no sea sinónimo de pobreza y abandono”, concluyó Orosa.