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Florida vive una nueva ola de arrestos migratorios: 800 detenidos en cuatro días

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Florida vive una nueva ola de arrestos migratorios: 800 detenidos en cuatro días (Captura de Youtube)

Cerca de 800 inmigrantes fueron arrestados en Florida durante una operación especial de cuatro días liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), con la colaboración de más de 200 agencias locales, estatales y del condado. Esta operación, parte de los esfuerzos para reforzar las políticas de inmigración del presidente Donald Trump, se produce en medio de una creciente tensión en torno a la aplicación de las leyes federales de inmigración en el estado.

El operativo estuvo estrechamente vinculado a la agenda migratoria del gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien ha respaldado firmemente las políticas federales, especialmente el Programa 287(g), que capacita a las autoridades locales para trabajar en la ejecución de las leyes migratorias federales. Este programa, aprobado en 1996, ha permitido que las fuerzas de seguridad locales desempeñen un papel clave en la detención de inmigrantes indocumentados.

El operativo, que se extendió durante cuatro días, ha generado un clima de temor en las comunidades latinas, que son las más afectadas por las redadas. Grupos proinmigrantes han expresado su preocupación por el impacto de estas acciones en la seguridad de los inmigrantes y sus familias. Thomas Kennedy, director de la Coalición de Inmigrantes de Florida, señaló que las redadas están creando un ambiente hostil que afecta no solo a los inmigrantes, sino también a los residentes legales que temen ser vinculados con los arrestos.

“Las familias están huyendo, evitando denunciar crímenes y viviendo con el temor constante de ser detenidos”, indicó Kennedy. Según los activistas, este tipo de operaciones está llevando a muchos inmigrantes a entrar en el anonimato, lo que dificulta la colaboración de las comunidades con las autoridades locales y federales.

Simultáneamente, el presidente Donald Trump firmó dos nuevas órdenes ejecutivas que intensifican su lucha contra la inmigración ilegal. Estas órdenes buscan expandir las operaciones de detención y aumentar la presión sobre las ciudades denominadas “santuario”, aquellas que se niegan a colaborar con las autoridades federales en la detención y deportación de inmigrantes.

Una de las medidas más controvertidas de estas órdenes ejecutivas es la creación de una lista de ciudades y estados que obstaculicen la aplicación de las leyes federales. Estas jurisdicciones, según las órdenes, perderían el acceso a fondos federales, una medida que busca castigar a los gobiernos locales que resisten las políticas de inmigración de Trump.

Además, las nuevas disposiciones otorgan mayores facultades a las autoridades federales para emprender acciones legales contra los gobiernos locales que se resistan a colaborar. La Casa Blanca ha destacado que estas medidas ya están mostrando resultados, mencionando una disminución significativa en los cruces ilegales en la frontera sur de Estados Unidos durante los primeros 100 días del segundo mandato de Trump.

Las órdenes ejecutivas también buscan imponer sanciones más severas a las ciudades que continúan desafiando la política migratoria de la administración Trump. Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, afirmó que estas acciones forman parte de lo que ha denominado “la mayor campaña de deportación en la historia de Estados Unidos”.

Sin embargo, la implementación de estas políticas ha generado críticas tanto de activistas como de gobiernos locales. Mientras algunos señalan que las medidas son necesarias para asegurar el cumplimiento de las leyes migratorias, otros advierten que estas políticas solo profundizan la división y el temor dentro de las comunidades inmigrantes.

La situación migratoria en Florida, marcada por estas redadas y las nuevas órdenes ejecutivas firmadas por Trump, refleja el endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos bajo el liderazgo de la administración republicana. Aunque el gobierno federal defiende estas acciones como un paso necesario para frenar la inmigración ilegal, las repercusiones en las comunidades latinas, especialmente en Florida, continúan siendo un tema de fuerte debate y controversia.

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