
La compraventa de divisas en las Casas de Cambio de Cuba (Cadeca) quedó restringida este 18 de abril a los establecimientos ubicados en hoteles, puertos y aeropuertos, según un comunicado oficial de la entidad estatal. La medida, anunciada en pleno feriado de Viernes Santo, agrava las dificultades de acceso a moneda extranjera para la población cubana.
Cadeca no precisó si se trata de una decisión temporal o permanente. Sin embargo, la exclusión de las sucursales ubicadas en zonas urbanas ha generado inquietud entre ciudadanos y analistas, que ya enfrentaban un mercado distorsionado por la escasez de divisas a tasas oficiales.
En la actualidad, los cubanos acceden al dólar estadounidense a través de Cadeca por un tipo de cambio oficial de 109.20 pesos cubanos (CUP). Esta cifra dista considerablemente del valor real en el mercado informal, donde la divisa supera los 360 CUP, casi triplicando el precio estatal.
Otras monedas presentan brechas similares. El euro se cotiza oficialmente a 132.25 CUP, mientras que en el mercado paralelo alcanza cerca de los 375. La libra esterlina se fija en 154.29 CUP, el dólar canadiense en 83.99, el franco suizo en 141.74, el yen japonés en 1.22 y el peso mexicano en 5.88 CUP.
La diferencia entre ambas tasas refleja la incapacidad del Estado para ofrecer una oferta suficiente de divisas, lo que empuja a los cubanos hacia el mercado negro. Economistas han advertido que este desfase fomenta la especulación y distorsiona aún más el ya frágil panorama económico de la isla.
Recientemente, Cadeca fue noticia por implementar un mecanismo que permite entregar el vuelto en divisas cuando se compran tarjetas Clásicas de Fincimex. Según explicó Osvaldo Bermúdez, director de Cadeca en Villa Clara, esta política permite transacciones en efectivo sin exigir compras adicionales para redondear montos.
Esta iniciativa fue bien recibida, en contraste con prácticas comunes en tiendas en dólares, donde los clientes muchas veces reciben productos como caramelos en lugar de vuelto en efectivo, o se ven obligados a comprar más para completar la suma.
No obstante, la nueva restricción de operaciones en Cadeca reduce los puntos de acceso a divisas en momentos donde el éxodo migratorio, la inflación y la dolarización parcial de la economía presionan cada vez más al ciudadano común.
La dependencia estatal no ha ofrecido detalles adicionales ni ha informado si en los próximos días se retomarán las operaciones en sus sucursales urbanas, dejando a miles de cubanos con menos alternativas ante una economía cada vez más excluyente.
Esta medida se suma a una larga serie de decisiones que han acentuado la desigualdad económica, en una nación donde los salarios se pagan en CUP, pero muchos productos básicos se adquieren únicamente en dólares.
Con estas limitaciones, el control cambiario del régimen se endurece, obligando a los ciudadanos a depender de un sistema informal para satisfacer sus necesidades más básicas.