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Denuncia de corrupción en el Aeropuerto de Holguín alarma a viajeros cubanos en el extranjero

Aeropuerto de Cuba
Aeropuerto Internacional José Martí ubicado en el municipio de Boyeros, La Habana, Cuba. (Foto © Celimar)

Una ciudadana cubana residente en Canadá, identificada como Estella, denunció públicamente un caso de corrupción en el Aeropuerto Internacional de Holguín tras su llegada desde ese país. Según relató en el perfil de Facebook de La Tijera, una trabajadora de la Aduana le exigió un soborno de 200 dólares para permitirle pasar con todo su equipaje. La denuncia fue entregada a un periodista bajo la condición de hacerlo pública para alertar a otros viajeros y exigir mayor control.

Estella explicó que accedió a pagar la suma por temor a perder sus pertenencias, pero calificó la situación como un abuso de poder y una grave falta ética. En su mensaje, insistió en que no se debe tolerar la corrupción ni permitir que “trabajadores inescrupulosos manchen el trabajo honesto de otros”. Hizo un llamado a compartir su experiencia para evitar que estos actos queden impunes.

La denuncia generó reacciones encontradas en las redes sociales. Algunos usuarios criticaron a Estella por acceder al soborno y luego denunciarlo, mientras otros expresaron frustración y hartazgo ante la corrupción en el aeropuerto y el sistema en general. Varios comentarios coincidieron en que estos hechos son recurrentes en Holguín, incluso señalando nombres de supuestos implicados.

Otro usuario señaló que viajar a Cuba se ha convertido en una experiencia hostil, marcada por la presencia militar y la corrupción generalizada en los puntos migratorios. Estas opiniones reflejan el creciente malestar público entre cubanos residentes en el extranjero, quienes temen ser víctimas de extorsiones o abusos al llegar a la isla.

La Aduana General de la República de Cuba, responsable de controlar la entrada y salida de bienes y personas, tiene como misión proteger a la población y la industria nacional, además de prevenir delitos como el narcotráfico y el contrabando. Esta entidad realiza inspecciones en puertos, aeropuertos y marinas para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente y la seguridad nacional.

Desde julio de 2021, la Aduana permite la importación sin aranceles de alimentos, productos de aseo y medicamentos para uso personal o familiar, con una prórroga vigente hasta abril de 2025. Sin embargo, se exige declarar cantidades mayores a 5,000 dólares en efectivo y artículos que excedan los límites legales para evitar multas o decomisos.

Aunque estas políticas aduaneras se justifican por razones de seguridad, han sido duramente criticadas por su rigidez y por limitar el acceso de la población a productos esenciales, sobre todo en un contexto de escasez generalizada en la isla. La falta de transparencia y los abusos en la gestión contribuyen a que la corrupción permanezca sin castigo.

El caso de Estella pone en evidencia la persistencia de prácticas corruptas en puntos clave de entrada a Cuba, afectando la confianza de los viajeros y la imagen del país. La ausencia de respuestas oficiales y la impunidad mantienen un clima de descontento y preocupación entre la diáspora cubana.

El reclamo público y las denuncias sociales sobre estas irregularidades buscan impulsar cambios en la supervisión y el control de la Aduana cubana. Mientras tanto, los viajeros cubanos en el extranjero enfrentan el riesgo de ser víctimas de extorsiones, bajo un sistema que sigue tolerando abusos a pesar de su promesa de protección y control.

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