
La Marina de Estados Unidos ha ordenado la evacuación de todo el personal no esencial de la base naval de Guantánamo, debido a la inminente llegada del huracán Melissa a la región oriental de Cuba. El mando de la base comunicó que los ciudadanos estadounidenses que no forman parte de las operaciones militares deberán abandonar la isla entre la tarde del sábado y el domingo por la mañana, como medida preventiva ante el avance del ciclón.
En la comunicación oficial, se instó a los evacuados a preparar sus pertenencias y llevar ropa y medicamentos suficientes para dos semanas. Se les permitió llevar una bolsa de hasta 40 libras y un artículo de mano. Además, el mando militar anunció el cierre de varias instalaciones y áreas al aire libre, como la marina, el campo de golf, las piscinas exteriores y los campos deportivos. También se suspendieron los eventos programados para ese fin de semana.
Melissa, que se desplazaba lentamente sobre las aguas cálidas del mar Caribe, había registrado una disminución en su velocidad, moviéndose a solo 2 km/h hacia el noroeste. Según el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, el huracán ya había alcanzado vientos máximos sostenidos de 120 km/h.
En las últimas horas, el ciclón se encontraba a unos 230 km al sureste de Kingston, Jamaica, y a 380 km al suroeste de Puerto Príncipe, Haití. Las autoridades cubanas informaron que el huracán se aproximaba al oriente cubano, con el impacto pronosticado para el miércoles, posiblemente como un huracán de categoría 2 o 1.
Aunque la trayectoria de Melissa podría permitir que el ciclón gane más fuerza y alcance la categoría 4, se espera que pierda intensidad tras atravesar territorio jamaicano. La cercanía del huracán ya ha generado lluvias intensas en la región oriental de Cuba, lo que provocó el desbordamiento del río Sagua en Holguín. La prensa local reportó la desaparición de dos personas, presuntamente arrastradas por las aguas crecidas.
El impacto de las lluvias también causó el colapso del puente de Boca de Jauco en Maisí, Guantánamo, bloqueando el acceso terrestre a la zona y dejando incomunicados a varios pobladores. Las autoridades cubanas continúan trabajando en la evaluación de daños y en las tareas de rescate.
Por ahora, el impacto de Melissa pone de relieve la vulnerabilidad de la región oriental cubana, que sigue siendo una de las áreas más afectadas por fenómenos meteorológicos. La temporada de huracanes, que finalizará el 30 de noviembre, continuará monitoreando la evolución de este y otros posibles ciclones. En caso de que se formen más tormentas, sus nombres serán: Néstor, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tanya, Van y Wendy.