Gobierno cubano implementa medidas para combatir inflación y corregir distorsiones económicas
La Gaceta Oficial de la República de Cuba ha publicado nuevas acciones destinadas a combatir la inflación y corregir distorsiones económicas. Las medidas, que entrarán en vigor hoy, buscan estabilizar los precios en el mercado y fomentar una mayor eficiencia en el gasto estatal en medio de una severa escasez de bienes y servicios.
La Resolución No. 209 del Ministro de Finanzas y Precios, fechada el 25 de junio de 2024, establece límites máximos de utilidades para las empresas estatales al comercializar bienes y servicios. Esta regulación fija una tasa de utilidad máxima del treinta por ciento (30%) sobre el total de costos y gastos en las contrataciones económicas con formas de gestión no estatal.
La nueva normativa otorga a los consejos provinciales y municipales la autoridad para aprobar precios y tarifas máximas de los bienes y servicios adquiridos por las entidades estatales del sector no estatal. Esta medida permite una adaptación local de las normativas considerando las particularidades económicas de cada territorio.
Con estas medidas, el gobierno pretende que las entidades estatales se adapten a los nuevos márgenes comerciales, lo que podría influir en sus estrategias de contratación y adquisición de bienes y servicios. Sin embargo, no se esperan cambios significativos en la inflación, ya que para resolver estos problemas se necesita una mayor producción y no solo medidas de tope de precios.
El destacado economista cubano Pedro Monreal ha criticado la resolución, argumentando que en la práctica funciona como un tope de precios, una medida que nunca ha sido efectiva para controlar la inflación. “No es significativa como medida antiinflacionaria y pone de lado la reducción de gastos presupuestarios mayores”, comentó Monreal en su cuenta de X.
Monreal también advirtió que estas medidas son caldo de cultivo para la corrupción debido a su aplicación limitada. “No existen datos públicos sobre las ventas del sector no estatal a las entidades estatales, pero las ventas minoristas del sector no estatal representan apenas el 4,1% del total de ventas minoristas del país”, explicó el economista.
Estas medidas extraordinarias llegan en un contexto marcado por la escasez de bienes y servicios y los elevados precios, provocados en gran parte por decisiones erróneas del propio régimen. A pesar de los intentos del gobierno por estabilizar la economía, los expertos coinciden en que se necesitan reformas más profundas para abordar los problemas estructurales que afectan al país.
El sector empresarial no estatal ha recibido con escepticismo estas nuevas regulaciones. Empresarios locales expresaron su preocupación sobre la capacidad de las empresas para operar bajo los nuevos límites de utilidades, temiendo que estas restricciones afecten la viabilidad de sus negocios y su capacidad para proporcionar bienes y servicios a la población.
A largo plazo, los analistas sugieren que la clave para la recuperación económica de Cuba radica en fomentar la producción y mejorar la eficiencia en la distribución de recursos. Sin embargo, las políticas actuales parecen enfocarse más en controlar los síntomas de la crisis económica que en abordar sus causas fundamentales.
