La Embajada de Estados Unidos en Cuba anunció este jueves que todas las citas de visa programadas para el viernes 20 de diciembre serán reprogramadas debido a la marcha convocada por el presidente Miguel Díaz-Canel en el malecón habanero. La actividad limitará el acceso a la sede consular, según informó la embajada a través de su cuenta oficial en X.
“Los solicitantes afectados serán contactados directamente para reprogramar sus citas”, comunicó la misión diplomática, destacando que esta interrupción se suma al cese de actividades ya programado por los días festivos de fin de año. Las funciones habituales de la embajada se reanudarán el lunes 23 de diciembre, aunque los días de Navidad y Fin de Año permanecerá cerrada.
Este tipo de suspensión no es inusual, pero el motivo específico de la marcha oficialista resalta las tensiones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos. Bajo el argumento de rechazar el embargo y la inclusión de la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo, el régimen cubano ha convocado una manifestación masiva que, según analistas, busca desviar la atención de los problemas internos.
Durante los períodos de cierre, la embajada no procesará solicitudes de visa ni otros servicios consulares, como renovaciones de pasaportes, notarizaciones o asistencia a ciudadanos estadounidenses. En caso de emergencias, los ciudadanos de EE.UU. pueden comunicarse con la sede consular mediante los canales establecidos.
Esta suspensión temporal de servicios coincide con una estrategia recurrente del régimen de organizar eventos multitudinarios para proyectar fuerza, incluso cuando la población enfrenta una crisis profunda en todos los sectores: desde apagones energéticos hasta la creciente escasez de alimentos y medicinas.
En su más reciente discurso ante la Asamblea Nacional, Díaz-Canel reconoció que los resultados de su gobierno no cumplen con las expectativas del pueblo. A pesar de ello, continúa insistiendo en una estrategia de “resistencia creativa”, carente de medidas concretas para resolver los problemas económicos.
Para 2025, las prioridades declaradas del régimen se enfocan en el trabajo político-ideológico y la defensa nacional, relegando la urgente reactivación económica. La marcha convocada para el viernes se inscribe en este patrón histórico de movilizar a la población bajo consignas políticas que encubren la incapacidad gubernamental de abordar los problemas reales del país.
La interrupción en la embajada ocurre en un momento de marcada tensión bilateral. Desde el restablecimiento limitado de las operaciones consulares en 2022, las relaciones entre Cuba y EE.UU. han oscilado entre declaraciones diplomáticas y acusaciones mutuas.
El régimen cubano utiliza eventos como la marcha para reforzar su narrativa de victimización frente a las sanciones estadounidenses, pero el trasfondo económico y social del país sugiere que estas movilizaciones buscan más unificar al pueblo contra un enemigo externo que resolver las crecientes dificultades internas.