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Todo lo que debes saber sobre el proceso migratorio en Chile: Consejos y advertencias para 2025

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Todo lo que debes saber sobre el proceso migratorio en Chile: Consejos y advertencias para 2025 (Foto de Celimar)

Chile se posiciona como uno de los destinos más atractivos para los migrantes en 2025, gracias a su estabilidad económica, baja criminalidad y un sistema institucional sólido. El país ofrece diversas oportunidades laborales y educativas, sin embargo, su nuevo sistema migratorio es riguroso y exige que los inmigrantes cumplan con todas las normativas y procedimientos establecidos. Un simple error en el proceso podría derivar en deportaciones y una prohibición de reingreso por varios años.

El proceso migratorio comienza en la frontera. Al ingresar a Chile, los migrantes reciben un permiso de permanencia transitoria en lugar de una visa de turista. Este permiso, válido por 90 días, puede extenderse una vez más por 90 días adicionales, siempre y cuando se justifique adecuadamente la solicitud. Es crucial resaltar que durante este período, no se permite trabajar. El incumplimiento de esta norma puede llevar a la deportación inmediata.

Una de las confusiones más comunes es la creencia de que se puede cambiar el tipo de visa estando dentro de Chile. Sin embargo, esto está estrictamente prohibido. Los migrantes deben ser conscientes de que cualquier intento de modificar su estatus migratorio sin salir del país puede resultar en la pérdida del estatus legal y una prohibición de reingreso.

Chile ofrece diversas opciones de residencia temporal, las más comunes siendo la residencia por contrato laboral, estudios o vínculos familiares. Por ejemplo, la residencia por contrato laboral permite vivir en Chile siempre que se mantenga un empleo. Si el trabajo se pierde, será necesario solicitar un nuevo tipo de visa. Por su parte, la residencia por estudios permite trabajar hasta 30 horas semanales, pero solo en el área del estudio.

Es fundamental que el motivo de ingreso al país coincida con la visa solicitada. Cambiar de visa una vez dentro del país no es posible, y se puede aplicar solo a una categoría de residencia a la vez.

El proceso de solicitud de visa en Chile se maneja de manera completamente digital. A través de la plataforma Servicio Nacional de Migración (Sermig), los migrantes deben presentar documentos en español, como el pasaporte, antecedentes penales, comprobantes de ingresos, entre otros, según la categoría solicitada. Estos documentos deben enviarse en formato PDF, con un límite de tamaño de 5 MB por archivo.

La revisión de la solicitud puede tardar entre 1 a 6 meses. Si se requiere más información, los migrantes tienen un plazo de 30 días para proporcionarla antes de que su solicitud sea rechazada. Si es aprobada, el migrante recibirá una resolución electrónica, que le permitirá agendar una cita para obtener la cédula de identidad, imprescindible para realizar trámites legales.

Una vez obtenida la residencia temporal, los migrantes pueden aspirar a la residencia definitiva. Sin embargo, esto no es automático. Para solicitar la residencia definitiva, se debe haber residido en Chile de manera continua por al menos un año. Cualquier salida prolongada del país puede reiniciar el proceso.

El residente temporal debe demostrar su integración al país, ya sea a través del empleo, estudios o vínculos familiares con chilenos. La residencia definitiva otorga derechos más amplios, pero el proceso puede durar varios meses, durante los cuales se otorgan permisos de residencia en trámite.

Para los pensionados, Chile ofrece una visa de renta propia, que requiere demostrar ingresos estables desde el extranjero, como pensiones o rentas. El monto mínimo mensual para ser elegible es de $1.500. Al igual que en otras categorías, es recomendable tramitar esta visa antes de ingresar al país, ya que no se puede cambiar el estatus migratorio una vez dentro.

En cuanto al costo de vida, Chile no es un país barato, pero tampoco excesivamente caro. El alquiler en Santiago oscila entre 400 y 600 dólares mensuales, mientras que en las ciudades del sur, los precios pueden ser más bajos. Los seguros médicos privados varían entre 60 y 100 dólares al mes, y el costo de las consultas médicas individuales es de entre 15 y 40 dólares.

El transporte público en Chile es relativamente económico, con un costo de aproximadamente 70 centavos por viaje en metro o bus. En cuanto a la alimentación, si se cocina en casa, el gasto mensual puede variar entre 300 y 400 dólares por persona.

Los extranjeros pueden comprar propiedades en Chile, aunque no es posible obtener un crédito hipotecario sin residencia. Para la compra de propiedades, es necesario contar con un RUT (Rol Único Tributario). Los precios de las propiedades varían, y las zonas costeras, como Viña del Mar, suelen ser más caras que las áreas cercanas a Santiago.

Chile ofrece un sistema migratorio claro y ordenado, pero exige el cumplimiento estricto de las normativas. A pesar de su alto costo de vida, el país continúa siendo una opción atractiva para quienes buscan estabilidad económica y social. Sin embargo, es crucial seguir los procedimientos establecidos para evitar posibles inconvenientes legales, como la deportación o la prohibición de reingreso.

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