La Corte Suprema de Estados Unidos ha extendido de manera indefinida el bloqueo a una polémica ley de Texas, la cual habría concedido a la policía amplias facultades para detener a migrantes bajo sospecha de haber ingresado ilegalmente al país. Esta orden, emanada directamente del juez Samuel Alito, impide indefinidamente la entrada en vigor de la legislación estatal conocida como Proyecto de Ley del Senado 4 o SB4, prevista para ser implementada este mes.
El mandato judicial no solo responde a la preocupación expresada por el Departamento de Justicia sobre la potencial usurpación de competencias federales por parte del estado en asuntos migratorios, sino que también se alza como un hito en el escenario legal estadounidense, comparado solo con medidas anteriores como las adoptadas en Arizona, que también fueron restringidas por la máxima corte.
Desde Texas, el fiscal general Ken Paxton ha sido un férreo defensor de la SB4, alegando su alineación con leyes federales y su necesidad ante una crisis migratoria que, en su opinión, impacta desproporcionadamente a los residentes texanos. A contracorriente, el gobierno federal, mediante una demanda presentada en enero, ha cuestionado la validez de la ley, argumentando riesgos de usurpación de autoridad, afectaciones a las relaciones internacionales y potenciales violaciones a derechos civiles.
Este litigio se inscribe en un contexto de cifras récord de detenciones por cruces ilegales en la frontera sur, una dinámica que, pese a una disminución en enero, revela la tensión y la polarización existente en torno a la política migratoria estadounidense. El respaldo de varios republicanos al gobernador Greg Abbott evidencia la división ideológica en el manejo de este asunto, mientras que el debate se intensifica ante las próximas campañas presidenciales.