En los últimos diez días, el dólar estadounidense (USD) ha experimentado una caída del 14% frente al peso cubano (CUP), según datos del mercado informal de divisas. Este notable descenso ha suscitado un intenso debate en la comunidad cubana en el extranjero, ya que la valuación del dólar influye significativamente en los precios de los productos en la economía informal.
La tendencia descendente no solo afecta al dólar, sino también al euro (EUR), aunque con variaciones diferentes. El análisis de las tasas de cambio revela que el dólar disminuye en promedio 5.5 CUP por día desde el pasado 16 de mayo, con una desviación estándar de 1.58 CUP. En comparación, el euro presenta una disminución promedio diaria de 4.5 CUP, pero con una desviación estándar de 2.99 CUP, sugiriendo una mayor variabilidad.
En términos porcentuales, el dólar ha visto una caída del 13.92% en su valor frente al peso cubano durante el periodo analizado, mientras que el euro ha caído un 11.25%. Esta tendencia similar en ambas monedas resalta una disminución más constante del dólar, posiblemente por ser la más intercambiada.
Comparando esta situación con la apreciación de otras monedas locales alrededor del mundo, encontramos casos históricos significativos. Durante los años 80, el yen japonés (JPY) se apreció considerablemente debido al Acuerdo Plaza de 1985, que buscaba devaluar el dólar para corregir los déficits comerciales de Estados Unidos.
A principios de los años 90, el marco alemán (DEM) se apreció alrededor de un 20% tras la reunificación de Alemania, gracias a la confianza en la economía unificada y la política monetaria conservadora del Bundesbank. Durante la crisis financiera global de 2008, el franco suizo (CHF) se apreció más del 40% frente al dólar, impulsado por la búsqueda de activos seguros por parte de los inversores.
En la primera década del siglo XXI, el dólar australiano (AUD) se apreció aproximadamente un 60% debido al auge de las materias primas y las altas tasas de interés en Australia, atrayendo a inversores extranjeros. De manera similar, el real brasileño (BRL) se apreció más del 100% entre 2003 y 2008, impulsado por el crecimiento económico y las exportaciones de Brasil.
Sin embargo, en todos estos ejemplos el rango de tiempo fue de meses o años. En el caso de Cuba, la apreciación del 14% se produce en menos de dos semanas y sin un contexto de mejoras en los indicadores macroeconómicos. La economía de la Isla no está mejor hoy que hace dos semanas, cuando el USD amenazaba con romper la barrera de los 400 CUP.
Esta valorización repentina, acentuada y constante del peso cubano genera un sinnúmero de suspicacias entre la población. La incertidumbre y el escepticismo predominan, ya que muchos se preguntan qué factores subyacen a esta sorprendente caída del dólar y si esta tendencia se mantendrá en el futuro cercano. Las autoridades no han ofrecido explicaciones claras, aumentando la preocupación entre los ciudadanos que dependen del mercado informal para adquirir productos básicos.
Mientras la comunidad cubana en el extranjero observa con atención, los economistas sugieren que esta situación podría reflejar una intervención no anunciada del gobierno en el mercado cambiario. Sin embargo, la falta de transparencia y datos oficiales dificulta una evaluación precisa de las causas y posibles consecuencias a largo plazo.