El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) actualizó los tiempos de procesamiento de trámites migratorios, mostrando avances en ciertas categorías y preocupantes demoras en otras.
Vigentes desde diciembre de 2024, estas modificaciones afectan especialmente a los cubanos que buscan regularizar su estatus migratorio en Estados Unidos Abel Zaldívar, consultor de inmigración, destacó que estar informado y preparar adecuadamente los formularios es clave para evitar retrasos innecesarios.
Entre los aspectos positivos, la solicitud de reemplazo de residencia condicional (formulario I-90) ahora tiene un tiempo promedio de apenas 0.8 meses. También los permisos de trabajo derivados de ajustes de estatus (C09) se procesan en solo 2.2 meses, un avance significativo para quienes buscan trabajar legalmente durante su proceso migratorio.
Las visas de prometido(a) (K-1) han mostrado una mejora considerable en el tiempo de espera, reduciéndose a 6.1 meses en el año fiscal 2025. Esta categoría, tradicionalmente utilizada por ciudadanos estadounidenses para traer a sus parejas, es ahora una opción más rápida frente a las peticiones familiares inmediatas.
Sin embargo, las peticiones familiares inmediatas (I-130) experimentan una preocupante demora, alcanzando un promedio de 14.3 meses. Los perdones por presencia ilegal (I-601A) presentan el tiempo de espera más largo, con 32.3 meses. Según Zaldívar, esta tendencia afecta la reunificación familiar y podría llevar a los solicitantes a explorar alternativas como las visas K-1.
Los ajustes de estatus basados en familia tienen un tiempo promedio de 9.3 meses, mientras que los de asilados y refugiados se procesan en 10.3 y 8 meses, respectivamente. Aunque estos tiempos se consideran razonables, cualquier error en los formularios puede generar retrasos significativos.
Las solicitudes de naturalización (N-400) mantienen un promedio de 5.5 meses. Este tiempo se considera aceptable y ha mostrado estabilidad en comparación con otras categorías que enfrentan mayores retos.
Abel Zaldívar enfatizó que errores comunes, como en el formulario I-130, pueden generar requerimientos adicionales, como el I-824, que añaden hasta seis meses de espera. Recomendó a los migrantes cubanos considerar estrategias alternativas, como optar por visas K-1 frente a peticiones familiares inmediatas cuando sea viable.
USCIS ajusta constantemente sus procesos para mejorar los tiempos de espera. Sin embargo, Zaldívar destacó la importancia de seguir las actualizaciones mensuales y preparar con precisión los formularios para evitar demoras evitables.
Estos cambios tienen un impacto directo en la comunidad cubana, una de las más activas en solicitudes migratorias hacia Estados Unidos La demora en procesos clave, como las peticiones familiares, genera incertidumbre y afecta la reunificación de familias.
Los tiempos de procesamiento actuales reflejan mejoras respecto a años anteriores en algunas categorías, pero también un aumento preocupante en otras. Por ejemplo, las visas K-1 han mejorado sustancialmente en comparación con 2023, cuando el tiempo promedio era de 13.9 meses.
Los solicitantes deben evaluar sus opciones de manera estratégica, considerando no solo los tiempos de espera, sino también la viabilidad económica y las implicaciones legales de cada categoría.
