Aumento en tarifas para el ajuste de estatus migratorio: cubanos enfrentan costos de casi 3.000 dólares
El abogado de inmigración Santiago Alpízar advirtió que, a partir de 2026, los cubanos que deseen solicitar el ajuste de estatus migratorio en los Estados Unidos deberán enfrentar una tarifa significativamente más alta, casi el doble de lo que se cobraba previamente. El costo para presentar el Formulario I-485, que permite la obtención de la residencia permanente, ascenderá a 2,940 dólares, un aumento respecto a los 1,440 dólares establecidos anteriormente.
Este ajuste, que otorga la famosa “Green Card”, será una de las modificaciones más notorias del nuevo presupuesto migratorio bajo la administración de Donald Trump, cuyo impacto se sentirá desde el inicio de 2026. Alpízar, quien se ha especializado en el ámbito migratorio, destacó que este aumento es un resultado directo de las nuevas tarifas impuestas por el gobierno estadounidense, las cuales no son determinadas por los abogados, sino por las políticas federales.
El anuncio ha causado preocupación entre la comunidad cubana, especialmente entre aquellos que ya han comenzado el proceso o que planean hacerlo. Muchos migrantes consideran que el costo es excesivo y que no existe garantía de que la solicitud sea aprobada una vez que se haya pagado la tarifa. A pesar de ello, algunos se muestran dispuestos a asumir el gasto con la esperanza de regularizar su estatus migratorio.
Sin embargo, la falta de certeza sobre la aprobación de los casos genera incertidumbre. Muchos cubanos se sienten frustrados por la creciente burocracia y los costos asociados con el proceso de inmigración. La administración Trump ha sido criticada por implementar medidas que dificultan aún más la vida de los migrantes, que, además de afrontar tarifas elevadas, enfrentan demoras prolongadas y restricciones adicionales.
El aumento de las tarifas para el Formulario I-485 es solo uno de los cambios que traerá consigo la ley de presupuesto de 2026. Según Alpízar, la imposición de tarifas adicionales, como las que se requieren para los servicios biométricos y permisos de trabajo, agregan un costo adicional al proceso. El Formulario I-765, que permite obtener un permiso de trabajo, tiene su propia tarifa, así como el Formulario I-131, que otorga un permiso de viaje, lo que puede complicar aún más el panorama financiero para los migrantes.
El abogado también destacó que, aunque los solicitantes puedan pagar estas tarifas, eso no garantiza la aceptación de sus solicitudes, lo que genera aún más desconfianza en un sistema que parece estar en su contra. Este escenario se agrava por la política restrictiva de la administración republicana, que busca reducir el número de migrantes y complicar su regularización.
Para quienes aún estén dispuestos a seguir adelante con el proceso, Alpízar subrayó que es fundamental cumplir con ciertos requisitos. Los solicitantes del Formulario I-485 deben ser familiares directos de ciudadanos estadounidenses, tener una oferta de empleo válida, ser refugiados o asilados, entre otros criterios establecidos por la ley migratoria. Además, deberán presentar documentación de respaldo, como pruebas médicas y de empleo, así como una verificación de su estatus migratorio.
A pesar de los altos costos y los complicados procedimientos, la posibilidad de obtener la residencia permanente sigue siendo una de las principales motivaciones para miles de cubanos que buscan una oportunidad para regularizar su situación en los Estados Unidos.
El panorama para los migrantes cubanos que buscan ajustar su estatus en los Estados Unidos se complica con el aumento de las tarifas migratorias. Mientras algunos se resignan a pagar los costos, otros temen que el proceso se vuelva más una carga económica que una vía para obtener la residencia. En este contexto, la incertidumbre y el malestar continúan siendo una constante entre aquellos que aún sueñan con la legalización de su estatus.
