El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) comenzará a exigir a los solicitantes de asilo, residencia permanente y naturalización que informen sus cuentas en redes sociales. La medida, que entrará en vigor tras su publicación en el Registro Federal el 5 de marzo, busca reforzar los controles de identidad y seguridad nacional.
A diferencia de políticas previas, esta disposición afectará a migrantes que ya residen en Estados Unidos y buscan regularizar su estatus, no solo a quienes intentan ingresar al país. La recopilación de datos incluirá plataformas donde los solicitantes tengan cuentas activas, y cualquier omisión podría considerarse fraude migratorio.
Kathleen Bos Joseph, abogada de inmigración, explicó que este cambio amplía significativamente el control sobre los migrantes. “Antes solo aplicaba a quienes querían entrar a EE.UU. Ahora impacta a quienes ya están aquí y buscan beneficios migratorios”, detalló.
El requisito se enmarca en una estrategia de seguridad basada en una orden ejecutiva firmada por el expresidente Donald Trump. Según USCIS, la verificación digital ayudará a detectar inconsistencias o riesgos en las solicitudes, permitiendo una evaluación más rigurosa de los casos.
Las principales solicitudes afectadas incluyen la N-400 (naturalización), I-485 (ajuste de estatus), I-589 (asilo) y I-131 (documento de viaje), entre otras. Quienes apliquen a estos procesos deberán proporcionar todas sus cuentas en redes sociales, y ocultar alguna podría conllevar sanciones severas.
“No reportar todas las cuentas podría derivar en la negación del beneficio migratorio solicitado. En casos graves, se consideraría una declaración fraudulenta, lo que podría llevar incluso a la deportación”, advirtió Aaron Risley, experto en política migratoria.
La medida ha generado críticas por su impacto en la privacidad de los solicitantes. Organizaciones defensoras de derechos de los migrantes advierten que la revisión de redes sociales podría dar pie a errores administrativos y malinterpretaciones que perjudiquen casos legítimos.
El análisis de USCIS incluirá publicaciones, interacciones y conexiones del solicitante en redes sociales. Se evaluarán posibles contradicciones con la información oficial presentada, así como afiliaciones con grupos considerados riesgosos por el gobierno estadounidense.
Un solicitante de asilo, por ejemplo, podría ver su caso cuestionado si en redes sociales expresa apoyo al gobierno que afirma perseguirlo. También se revisarán perfiles en busca de vínculos con organizaciones criminales, actividades ilegales o discursos de odio.
Otro punto clave será la verificación de relaciones familiares y laborales. Si un solicitante declara estar casado con un ciudadano estadounidense, pero en redes sociales no hay mención de la pareja, USCIS podría considerar esto un indicio de fraude.
El gobierno de EE.UU. no ha especificado cómo garantizará que la revisión de redes sociales sea justa y no vulnere derechos de los migrantes. Mientras tanto, abogados recomiendan a solicitantes revisar su presencia digital antes de presentar una solicitud migratoria.
