El pasaporte cubano se hunde en el ranking mundial de movilidad y expone el aislamiento del país

El pasaporte cubano ocupa la posición 76 en el Henley Passport Index, una de las clasificaciones más reconocidas a nivel internacional sobre libertad de movimiento. Según la edición de julio de 2025, este documento solo permite el ingreso sin visa a un número muy limitado de países, lo que lo sitúa entre los menos poderosos del mundo.
El índice, elaborado por la consultora británica Henley & Partners, evalúa a 199 pasaportes globales en función de la cantidad de destinos a los que sus titulares pueden ingresar sin necesidad de tramitar una visa. Cuba se ubica en la parte baja del espectro, evidenciando las severas restricciones que enfrentan sus ciudadanos para desplazarse libremente.
Con esta posición, Cuba se encuentra muy por detrás de naciones como Singapur, que lidera el ranking con acceso a 193 destinos sin visa, o Japón y Corea del Sur, que comparten el segundo lugar con 190. Esta brecha subraya no solo las limitaciones de movilidad para los cubanos, sino también la falta de acuerdos diplomáticos internacionales por parte del régimen.
El bajo puntaje del pasaporte cubano afecta directamente a quienes desean salir del país en busca de mejores condiciones de vida. Los ciudadanos deben gestionar visas o permisos especiales para la mayoría de los destinos, lo que representa una barrera adicional en medio de la grave crisis económica y política que vive la isla.
Esta situación incrementa la dificultad para acceder a oportunidades laborales, educativas o incluso humanitarias en el extranjero. Muchos cubanos han optado por rutas migratorias irregulares, utilizando terceros países o vuelos clandestinos para sortear los obstáculos impuestos por la falta de convenios bilaterales de libre movilidad.
En contraste, países latinoamericanos como México, Chile y Uruguay aparecen mejor posicionados en el índice. Esta diferencia permite a sus ciudadanos moverse con mayor facilidad por el mundo, incluso dentro del mismo continente, mientras que los cubanos enfrentan trabas burocráticas y altos costos para realizar trámites migratorios.
Las naciones europeas también se destacan. Francia, Alemania, Italia y España figuran entre los diez primeros puestos del ranking, con acceso sin visa a 189 destinos. Este dominio refleja el impacto de políticas exteriores abiertas y acuerdos multilaterales favorables, ausentes en el caso cubano.
La falta de movilidad está vinculada al aumento del éxodo de cubanos, muchos de los cuales se ven forzados a salir del país bajo condiciones precarias. El pasaporte, que en teoría debería ser una herramienta de conexión con el mundo, se ha convertido en una prueba del aislamiento diplomático de la isla.
Mientras países como los Emiratos Árabes Unidos y China avanzan posiciones con estrategias de apertura internacional, Cuba se estanca. La ausencia de reformas políticas y la rigidez del aparato estatal limitan cualquier posibilidad de mejora en este indicador.
Otro dato relevante es la caída de potencias tradicionales como Reino Unido y Estados Unidos, que han perdido posiciones en el ranking, aunque aún mantienen acceso a más de 180 destinos. Su retroceso contrasta con el ascenso de Asia, consolidada como líder global en materia de movilidad.
El Henley Passport Index no solo es un termómetro de acceso consular, sino un reflejo de las relaciones exteriores y de las condiciones internas de cada país. En el caso cubano, la posición 76 ilustra el costo de décadas de aislamiento y control estatal sobre la libertad individual.