
Una ciudadana cubana intentó ingresar a Panamá el pasado fin de semana con más de 10,000 dólares no declarados, lo que constituye un delito según las normativas aduaneras del país. La intervención de las autoridades panameñas ha puesto en evidencia un creciente patrón de contrabando de grandes sumas de dinero provenientes de Cuba.
La viajera, que arribó a Panamá en un vuelo directo desde La Habana, inicialmente había declarado portar solo seis mil dólares en efectivo. Sin embargo, tras una inspección más exhaustiva de su equipaje realizada por la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA), las autoridades descubrieron que la cifra real ascendía a 10,406 dólares, excediendo el límite permitido sin declaración.
Este suceso se enmarca dentro de los esfuerzos de las autoridades panameñas por garantizar la transparencia financiera, particularmente en la lucha contra el lavado de dinero y otras actividades ilícitas. Según las normativas vigentes en Panamá, cualquier suma superior a los 10,000 dólares debe ser declarada ante las autoridades aduaneras al momento del ingreso al país.
El dinero fue retenido por las autoridades y el caso fue derivado al Ministerio Público para su investigación. Este caso marca el cuarto intento detectado en 2025 de contrabando de dinero sin declarar desde Cuba. El incidente se suma a otros previos, incluyendo un arresto en enero cuando un cubano trató de ingresar 25,000 dólares sin reportarlos.
El uso de tecnologías avanzadas, como escáneres de equipaje, ha sido clave en la detección de estos intentos de contrabando. En este caso específico, el dinero fue hallado oculto en un libro, lo que refleja las tácticas empleadas por los viajeros para evadir el control aduanero. La Autoridad Nacional de Aduanas de Panamá ha reiterado que la declaración de grandes cantidades de dinero es un requisito fundamental para prevenir delitos financieros y garantizar el cumplimiento de las leyes internacionales.
En respuesta a este patrón creciente, las autoridades panameñas han intensificado las medidas de seguridad, especialmente en las terminales aéreas que reciben vuelos desde La Habana. Estas medidas incluyen controles más estrictos en el proceso de inspección de equipaje y la vigilancia de posibles intentos de contrabando.
Sin embargo, el caso también ha puesto en evidencia las deficiencias en las aduanas cubanas, que permiten la salida de grandes sumas de dinero sin una adecuada inspección. A pesar de que las autoridades cubanas limitan la salida de efectivo a 5,000 dólares, numerosos informes indican que los viajeros logran evadir las regulaciones sin dificultades, lo que ha generado críticas por la falta de control y el posible involucramiento de prácticas corruptas.
La práctica de no declarar grandes cantidades de dinero al ingresar a otros países es una actividad comúnmente prohibida, ya que permite a las autoridades prevenir el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y el contrabando de divisas. Las restricciones y regulaciones son fundamentales para controlar el flujo de efectivo y asegurar que su origen y propósito sean legítimos.