Nueva resolución oficial reduce a la mitad el precio de materiales de construcción para algunos cubanos
El gobierno cubano ha anunciado que los damnificados del huracán Oscar recibirán únicamente un descuento del 50% en el precio de los materiales de construcción como principal ayuda. La viceministra de Finanzas y Precios, Yanisley Ortiz Mantecón, informó que para acceder a esta bonificación, los afectados deberán presentar un registro oficial de su condición como damnificados, verificado a través de un censo gubernamental. La medida está contemplada en el Acuerdo 9991 del Consejo de Ministros.
El descuento aplica también a la compra de colchones en las tiendas de Comercio Interior, pagados en pesos cubanos (CUP), para las familias que hayan sufrido daños parciales o totales en sus viviendas. En los casos en que el daño estructural es severo, esta ayuda podría resultar insuficiente, y los afectados deberán considerar otras opciones de apoyo.
El gobierno ha dispuesto además el otorgamiento de créditos bancarios, los cuales serán descontados directamente de la nómina de los trabajadores estatales. Para aquellos sin empleo formal o sin posibilidades de acceder a créditos, se prevé asistencia financiera a través del sistema de Asistencia Social, aunque esta modalidad implicará más trámites y verificaciones, lo que podría dificultar su acceso para algunos afectados.
En una reciente conferencia de prensa, la viceministra Ortiz Mantecón señaló que, a pesar de las limitaciones económicas del país, se espera que “nadie quede desamparado” ante los efectos del huracán. No obstante, el proceso de revisión de daños ha sido lento, con apenas 716 damnificados atendidos hasta el momento, en zonas de San Antonio del Sur, Maisí, Baracoa e Imías, localidades donde persisten cortes eléctricos que afectan a cerca de 21,000 personas.
Los municipios afectados, como Guantánamo, enfrentan también el desafío de atender a 443 familias que han vivido en refugios temporales desde el paso del huracán Matthew, hace ocho años. Para estas familias, la situación actual añade una carga emocional significativa, debido a la prolongada espera de soluciones definitivas.
La devastación en el sector agrícola ha sido considerable, con más de 13,000 hectáreas de cultivos como plátano, coco, café y cacao gravemente afectadas. Hasta el momento, solo se han logrado recuperar 56 hectáreas, lo que representa un fuerte golpe para la economía local y para la seguridad alimentaria de la región. Además, se reportan daños en ocho carreteras y siete puentes, lo que suma un total de 56 kilómetros de infraestructura vial afectada, según el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila.
En un intento de impulsar la recuperación, el primer secretario del Partido en Guantánamo, Yoel Pérez García, ha visitado diversas instalaciones fabriles, instando a la comunidad a redoblar esfuerzos en las tareas de limpieza y a reforzar la producción de alimentos. Sin embargo, las autoridades han admitido que carecen de recursos suficientes para ofrecer soluciones adecuadas.
La ayuda internacional ha cobrado protagonismo en medio de la limitada respuesta estatal. Las Naciones Unidas, en conjunto con el gobierno cubano, ha lanzado una campaña para recaudar 33 millones de dólares, destinados a los municipios más afectados en la región oriental, con un enfoque en sectores críticos como agua, vivienda, logística y seguridad alimentaria. Hasta ahora, seis millones de dólares han sido asegurados a través del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) y contribuciones de agencias de la ONU y socios internacionales.
Noruega se ha unido a los esfuerzos con una donación de 400,000 dólares, destinados específicamente a la recuperación en Guantánamo. A pesar de estos apoyos externos, muchos damnificados en Cuba continúan a la espera de soluciones más significativas y sostenibles, mientras enfrentan el reto de reconstruir sus vidas en condiciones adversas.