La medida busca no solo mejorar la eficiencia del sistema de asilo de EE.UU., sino también asegurar que los verdaderos solicitantes de asilo reciban la protección adecuada, mientras se reducen las llegadas masivas de migrantes irregulares.
La medida afecta a solicitantes de visa B1/B2, incluidos menores de 14 años y adultos mayores de 79, quienes, en su mayoría, deberán presentarse en persona ante un oficial consular.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, detalló en redes sociales que estas personas cometieron delitos tan graves que sus respectivos gobiernos se rehusaron a recibirlos de vuelta.
La resolución judicial puso fin a la paralización parcial impuesta por la nueva administración del expresidente Donald Trump a inicios de año, la cual había detenido miles de solicitudes.
La disposición, vigente desde junio de 2025, impide el ingreso a EE. UU. de solicitantes de visado que, según las autoridades, podrían representar riesgos para la seguridad nacional.
La estrategia permite que los abogados del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) presenten mociones orales para desestimar solicitudes de asilo sin aportar documentación escrita.
Según el comunicado oficial de la Casa Blanca, los ciudadanos con doble nacionalidad aún podrán ingresar a Estados Unidos si viajan con un pasaporte alternativo y cuentan con un visado válido.
La decisión fue rápidamente comentada por numerosos usuarios en las redes sociales, quienes señalaron lo que perciben como una incoherencia en la política de Estados Unidos.