El expresidente Donald Trump, quien asumirá nuevamente la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero de 2025, planea reinstaurar el Título 42, una controvertida medida migratoria implementada durante su primera administración en 2020. La normativa, suspendida en 2022 por la administración de Joe Biden, permitía la expulsión acelerada de migrantes en la frontera sur bajo el argumento de proteger la salud pública durante la pandemia de COVID-19.
El Título 42, basado en disposiciones legales de salud pública, fue usado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para restringir la entrada de personas a territorio estadounidense. Bajo esta política, las autoridades migratorias expulsaban a migrantes, incluidos solicitantes de asilo, sin permitirles iniciar los procedimientos legales estipulados por la ley estadounidense y tratados internacionales.
Entre 2020 y 2022, el Título 42 se utilizó en más de dos millones de expulsiones, afectando principalmente a migrantes de México, Centroamérica, Brasil, Colombia y Haití. Las expulsiones rápidas generaron una alta tasa de reincidencia en los cruces ilegales, alcanzando un 30% más que en años anteriores, según datos de la Patrulla Fronteriza.
Defensores de los derechos humanos han cuestionado la medida por violar el derecho al asilo y exponer a los migrantes a situaciones peligrosas en las ciudades fronterizas mexicanas. A pesar de las críticas, el equipo de Trump considera el Título 42 como una herramienta esencial para el control migratorio y planea reinstaurarlo mediante una orden ejecutiva en los primeros días de su nueva administración.
El regreso del Título 42 se enmarca en un panorama político favorable para los republicanos. Con mayoría en ambas cámaras del Congreso y una Corte Suprema de tendencia conservadora, la próxima administración podría tener el respaldo necesario para superar los desafíos legales. No obstante, expertos advierten que justificar la medida bajo una crisis sanitaria podría ser más complejo ahora que las restricciones relacionadas con el COVID-19 han disminuido.
Stephen Miller, asesor de inmigración de Trump, afirmó que el Título 42 será clave para una política de “tolerancia cero” en la frontera. Sin embargo, organizaciones y activistas prevén nuevos enfrentamientos legales para frenar su implementación, argumentando que las condiciones actuales no respaldan una emergencia de salud pública.
Algunos funcionarios republicanos han sugerido que el aumento en el tráfico de fentanilo podría ser usado como argumento para justificar el regreso de la medida. Según ellos, muchos migrantes estarían vinculados con el transporte de esta droga, la cual ha causado más de 100,000 muertes anuales en Estados Unidos.
Aunque la administración Biden reemplazó el Título 42 con procedimientos más estrictos bajo el Título 8, el impacto del cambio aún es motivo de debate. Trump, por su parte, insiste en que la reinstauración de la normativa es crucial para abordar lo que describe como una “crisis fronteriza sin precedentes”.
La posible reinstauración del Título 42 genera incertidumbre entre las comunidades de migrantes, especialmente para aquellos que residen en México mientras buscan cruzar a Estados Unidos. En caso de implementarse, miles de personas podrían ser devueltas de manera inmediata sin la oportunidad de solicitar asilo, aumentando los riesgos en las zonas fronterizas.
Con la mirada puesta en enero de 2025, el panorama para los migrantes podría cambiar drásticamente bajo la próxima administración. Mientras tanto, el debate sobre la efectividad y las consecuencias del Título 42 sigue dividiendo opiniones dentro y fuera de Estados Unidos.