La administración del presidente Joe Biden ha anunciado recientemente resultados significativos de su programa de parole humanitario, alcanzando a más de 435.000 personas de nacionalidades cubana, venezolana, nicaragüense y haitiana. Esta iniciativa, parte de un esfuerzo por disminuir la migración ilegal a través de las fronteras de Estados Unidos, busca ofrecer vías legales y seguras para quienes buscan una nueva vida en el país.
Durante una conferencia de prensa, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reafirmó su compromiso de seguir la política de Biden de incrementar las opciones legales de migración. La estrategia se centra en una gestión más humana y regulada de las oleadas migratorias, evitando así los procedimientos irregulares y peligrosos.
Según el periodista Daniel Benítez, a marzo de 2024 aún quedan 1.4 millones de solicitudes de visa humanitaria pendientes de procesar por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS). A pesar de la capacidad de procesar hasta 30.000 solicitudes mensuales bajo el formulario I-134A, el ritmo actual sugiere que podría llevar más de dos años resolver todos los casos.
Además, hasta abril de 2024, aproximadamente 547.000 migrantes lograron agendar citas a través de la aplicación CBP One para presentarse en puertos de entrada de manera ordenada. Esto forma parte de las iniciativas para facilitar procesos legales y seguros, incluyendo la presentación de casos de asilo político.
A pesar de estos esfuerzos, la administración demócrata también ha aumentado las expulsiones en la frontera suroeste de EE.UU., con alrededor de 690.000 migrantes devueltos desde mayo de 2023 por cruzar de manera irregular.
Con las elecciones presidenciales de noviembre en el horizonte, y Biden aspirando a la reelección a sus casi 82 años, la gestión de la migración se ha convertido en un tema candente. En respuesta a críticas de los republicanos, se están planificando nuevas restricciones al asilo, y recientemente, Biden y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador acordaron medidas para reducir la llegada de migrantes indocumentados a la frontera.
Este panorama complejo subraya tanto los logros como los desafíos continuos de la política migratoria de la administración de Biden, con un impacto directo en miles de familias cubanas y de otras nacionalidades que buscan refugio y oportunidades en Estados Unidos.
