El parole humanitario, programa que permitió la llegada legal de miles de migrantes cubanos a Estados Unidos en los últimos dos años, enfrenta un futuro incierto con la inminente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el próximo 20 de enero de 2025. La paralización del programa en las semanas recientes ha generado preocupación entre quienes aún no han regularizado su situación migratoria.
Los cubanos que lograron ingresar bajo esta política ahora enfrentan un nuevo reto: la renovación de sus permisos de trabajo (EAD). Según la Ley de Ajuste Cubano, quienes arribaron con parole pueden solicitar la residencia permanente al año y un día de su entrada. Sin embargo, este proceso está enfrentando retrasos significativos, lo que obliga a renovar los permisos de trabajo para evitar complicaciones legales.
El abogado de inmigración Wilfredo Allen explicó que la validez del permiso de trabajo está estrechamente vinculada a la duración del parole, ambos limitados a dos años. Allen alertó que los migrantes que no renueven sus EAD podrían enfrentar problemas en el procesamiento de sus solicitudes de residencia, e incluso correr el riesgo de una denegación.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) es el encargado de procesar estas renovaciones. Los permisos de trabajo son esenciales para aquellos que no poseen visas laborales, incluyendo a solicitantes de asilo, beneficiarios de DACA y quienes están en proceso de ajuste de estatus. La recomendación de expertos es iniciar los trámites con suficiente antelación y buscar asesoría legal calificada para evitar errores que podrían complicar el proceso.
La desaparición progresiva del parole humanitario agrava la situación de los migrantes. Deportaciones masivas y la incertidumbre sobre futuras políticas migratorias aumentan la tensión entre los cubanos que aún no han alcanzado la estabilidad jurídica en el país. Aunque el ajuste cubano continúa siendo una herramienta fundamental, otras nacionalidades beneficiadas por el programa, como venezolanos, haitianos y nicaragüenses, enfrentan mayores dificultades.
Para estos grupos, opciones como el asilo político, las peticiones familiares o el waiver para entradas irregulares se perfilan como las únicas vías posibles para legalizar su situación. Sin embargo, estas alternativas suelen ser complejas y requieren un manejo adecuado para evitar rechazos.
El abogado Allen destacó la importancia de presentar documentos completos, incluyendo permisos de trabajo actualizados y evidencia sólida de elegibilidad. Errores comunes, como confiar en notarios no calificados o cometer omisiones en las solicitudes, han llevado a denegaciones que podrían haberse evitado con asesoría adecuada.
El panorama migratorio se complica aún más con la posibilidad de nuevas políticas restrictivas bajo la administración Trump. Expertos insisten en que los migrantes cubanos deben actuar con rapidez y preparación para adaptarse a un sistema que podría volverse menos accesible en los próximos meses.
Mientras el futuro del parole humanitario permanece en suspenso, los cubanos en Estados Unidos luchan por encontrar soluciones legales y garantizar su permanencia en el país. Las autoridades y organizaciones legales llaman a la comunidad a informarse y buscar ayuda profesional para enfrentar los desafíos que se avecinan.