DeSantis anuncia inicio de vuelos de deportación desde el centro “Alligator Alcatraz” en Florida

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció este viernes el comienzo oficial de los vuelos de deportación desde el nuevo centro de detención migratoria “Alligator Alcatraz”, ubicado en una antigua pista aérea en los Everglades. La instalación, que comenzó a operar el 1 de julio bajo la administración del presidente Donald Trump, ha procesado a cientos de migrantes desde su apertura, según informó el mandatario en conferencia de prensa.
DeSantis aseguró que los vuelos, gestionados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), ya están en marcha y que el ritmo de deportaciones aumentará en los próximos días. “El propósito completo es facilitar el incremento en la frecuencia y el número de deportaciones de extranjeros ilegales”, afirmó.
El centro cuenta actualmente con capacidad para 2.000 detenidos, pero el gobierno estatal prevé duplicar ese número en el corto plazo. La pista aérea contigua permite realizar vuelos tanto de día como de noche, lo que, según las autoridades, permitirá acelerar los procesos de expulsión.
No obstante, el complejo ha generado fuerte rechazo entre organizaciones defensoras de derechos humanos, líderes locales y activistas. La alcaldesa del condado Miami-Dade, Daniella Levine Cava, exigió acceso inmediato al centro para verificar denuncias sobre condiciones “inhumanas” y “peligrosas” en su interior.
Según la Florida Immigrant Coalition (FLIC), al menos seis personas han sido hospitalizadas debido a las condiciones del lugar. “Más de mil personas están hacinadas en estructuras que podrían inundarse y con riesgos sanitarios severos”, denunció Tessa Petit, directora ejecutiva de FLIC, quien calificó el sitio como “una atrocidad moralmente repugnante”.
El centro se encuentra en pleno humedal, rodeado de fauna silvestre como caimanes y pitones, lo que incrementa los riesgos para los migrantes detenidos. Recientemente, activistas y familiares realizaron una protesta en el lugar, denunciando que los internos viven “como animales en jaulas”.
Fresco Steez, portavoz de Dream Defenders, aseguró que los migrantes enfrentan calor extremo, falta de agua potable y negativa de atención médica. “Es una violación abierta a los derechos humanos”, declaró, instando a la alcaldesa Levine Cava a ordenar el cierre inmediato del centro.
Pese a las críticas, DeSantis defendió la iniciativa y afirmó que Florida se encuentra “a la vanguardia” en la aplicación de las políticas migratorias de Trump. Como ejemplo, mencionó que el estado ha impedido el ingreso de unos 18.000 migrantes a sus costas.
Además, el gobernador indicó que se contempla la participación de miembros de la Guardia Nacional como jueces migratorios, una medida que, según dijo, cuenta con la aprobación de Trump desde inicios de mes.
Aunque no ofreció datos exactos sobre las nacionalidades ni la cantidad de personas deportadas recientemente, DeSantis recordó que la Administración Trump mantiene órdenes de expulsión sobre unas 800.000 personas, de las cuales entre 50.000 y 75.000 residen en Florida.