
La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) se enfrenta a fuertes críticas por no cumplir con las promesas de solución a problemas de servicio telefónico, mientras la compañía continúa acumulando millones de dólares tras la implementación de un tarifazo. Esta situación ha sido denunciada públicamente por un cliente de La Habana, quien relata una experiencia de frustración con la empresa estatal, que aún no resuelve el inconveniente que afecta a sus familiares desde hace meses.
Rodrigo Fernández Olivera, residente de la capital cubana, expuso su descontento en una carta publicada en el periódico oficialista Juventud Rebelde. En ella, cuenta cómo, desde febrero de este año, ha intentado en vano que Etecsa repare el teléfono fijo de sus dos ancianas familiares en la calle D’Strampes, en el municipio Diez de Octubre. A pesar de que la empresa reconoció la gravedad de la situación y prometió la reparación en varias ocasiones, la avería persiste sin solución.
El proceso comenzó cuando Fernández Olivera se presentó en las oficinas de Etecsa para reportar la avería. Aunque se le informó que había un alto volumen de casos pendientes, el cliente continuó realizando visitas para verificar el avance del trámite. En diferentes ocasiones, fue atendido por responsables como Erik, jefe de Operaciones, y José Luis Mederos, jefe de Planta Exterior, quienes le aseguraron que el problema sería resuelto en pocos días. Sin embargo, las promesas nunca se cumplieron.
La última visita ocurrió el 10 de junio, cuando Rodrigo, visiblemente frustrado, insistió para hablar con Mederos nuevamente. La respuesta fue otra promesa de solución que, hasta la fecha, tampoco se ha materializado. La situación ha sido particularmente dolorosa, ya que las personas afectadas, ambas ancianas, no están familiarizadas con el uso de teléfonos móviles, lo que agrava aún más su desconexión.
Lo que agrava aún más la indignación de los usuarios es la significativa cantidad de dinero que Etecsa ha recaudado en las últimas semanas. Desde que la empresa implementó un aumento en las tarifas de conexión a Internet móvil el pasado 30 de mayo, ha acumulado más de 24 millones de dólares en solo 46 días, lo que representa más de medio millón de dólares al día. Esta medida, que también incluyó restricciones al consumo dentro de Cuba, fue criticada por los ciudadanos, quienes se quejaron de la baja calidad del servicio a pesar del incremento tarifario.
El gobierno cubano, a través del primer ministro Manuel Marrero Cruz, afirmó que los ingresos por exportaciones de servicios de telecomunicaciones crecieron un 3.5% durante el primer semestre de 2025. No obstante, los cubanos se muestran escépticos sobre la transparencia en la gestión de estos fondos y temen que no se destinen a mejorar la infraestructura del servicio, sino a beneficiar a los altos directivos de Etecsa.
Los usuarios de Etecsa han exigido que los fondos recaudados por el tarifazo se inviertan en mejorar otros servicios esenciales, como la crisis energética que enfrenta el país. Aunque la empresa prometió que las nuevas baterías instaladas en las radiobases garantizarían la conectividad incluso durante los apagones, los cubanos siguen enfrentando dificultades de acceso a Internet, lo que refuerza el descontento generalizado.
Etecsa se encuentra en el centro de un debate público sobre la calidad de los servicios que ofrece y la falta de soluciones a los problemas que afectan a los ciudadanos. Mientras sigue acumulando millonarias ganancias, la empresa estatal parece no dar respuesta adecuada a las demandas de sus clientes, especialmente los más vulnerables, como los ancianos, que dependen de sus servicios de telecomunicaciones para mantenerse conectados.