El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha denegado más de 3.000 solicitudes de parole humanitario, dejando en la incertidumbre a aquellos que esperaban emigrar de manera segura y legal a Estados Unidos. Este revés se produce bajo el nuevo programa de parole introducido por la administración de Joe Biden en enero de 2023, destinado inicialmente a facilitar la migración por razones humanitarias.
El periodista Mario J. Pentón y el abogado de inmigración Mayron Gallardo destacaron la profundidad de la crisis. Gallardo señaló que, aunque las puertas se han cerrado por ahora, los solicitantes pueden reenviar sus peticiones. Sin embargo, la falta de claridad sobre las razones de las denegaciones agrega una capa de incertidumbre al ya complejo proceso.
Entre las posibles causas de estas negativas se menciona la insuficiencia económica o la ausencia de una justificación humanitaria clara. Sin embargo, estas razones han sido ampliamente disputadas por los afectados, algunos de los cuales aseguran poseer los recursos económicos necesarios o enfrentar situaciones que claramente ameritan la concesión del parole.
Los testimonios recogidos por Pentón reflejan una mezcla de angustia y esperanza. Un caso especialmente conmovedor es el de una mujer que patrocinó a dos familiares. Mientras uno fue aprobado, el otro fue rechazado sin opción a apelar, obligándola a reiniciar el proceso. Una familia en Surinam enfrenta una situación similar, con la negativa de su solicitud después de un año de espera, lo que ha disminuido sus esperanzas y los ha dejado en una situación de incertidumbre legal y emocional.
Otro relato impactante es el de una abuela cuyo nieto fue aceptado, pero su hijo quedó excluido, presentando el dilema de separar a la familia. Nora, una enfermera cubana residente en Tampa, compartió su desesperación y incredulidad al recibir una negativa basada en supuestos ingresos insuficientes y problemas de estatus legal, a pesar de haber presentado evidencia contraria.
