La decisión judicial confirma la vigencia de las visas temporales otorgadas bajo el programa de parole humanitario a ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
El cruce de cubanos ocurre en un contexto donde las autoridades estadounidenses han logrado reducir los ingresos irregulares en más de un 60% desde la aplicación de nuevas medidas migratorias.
El caso, divulgado por el periodista Mario J. Pentón, ha generado polémica sobre las fallas en los controles migratorios de Cuba y los riesgos de recurrir a documentos fraudulentos.
CBP One prioriza las citas para quienes tienen solicitudes activas desde hace más tiempo, evitando el abuso del sistema y optimizando la disponibilidad de citas.
Este anuncio, reportado por El Nuevo Herald, indica que el proceso de deportación comenzará una vez finalice el periodo de dos años otorgado por el parole.
El efecto de estas políticas ha sido particularmente notable en la frontera suroeste, donde el uso de la aplicación CBP One ha jugado un papel crucial en la organización y legalización del proceso migratorio.
El cobro por la toma de huellas dactilares había sido previamente aprobado, pero ahora requiere una nueva validación para ser implementado como parte del proceso del parole.
El procedimiento comienza cuando el patrocinador completa en línea el formulario I-134A. Automáticamente, se le asigna una cita en la oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) más cercana para la toma de huellas dactilares.
En un comunicado, el DHS detalló que "todos los beneficiarios del parole humanitario son sometidos a un proceso de selección y verificación exhaustivo antes de su llegada a los Estados Unidos"